El brand journalism busca consolidarse como una herramienta eficaz en las estrategias de marketing. Más allá de informar y comunicar las últimas noticias relevantes al tópico de la compañía que lo usa, se trata de la creación de contenido que genere interés y aumente la reputación de la marca. Si si, todos sabemos del éxito que tuvo FreePress de Intel, Coca-Cola Journey de Coca-Cola, Business without borders de HSBC u Open forum de American Express (y si no lo sabes, sólo con googlear “Periodismo de marca” son los primeros casos que encontrarás), ahora bien, ¿es el brand journalism otra manera de hacer periodismo, otra manera de llamarle al marketing de contenido o simple comunicación corporativa? Actualmente, existe un gran debate sobre si el “periodismo de marca” es un término adecuado y si de casualidad no sería el hijo resultante del matrimonio entre el marketing de contenidos y las relaciones públicas, sin embargo, como estrategia fue muy bien acogida por las compañías e instituciones y les ha funcionado de las mil maravillas. Resaltemos algunas cosas importantes. Existe un factor que une al periodismo con el marketing y las relaciones públicas que es: la presentación de información y contenido relevante para un fin específico (de diferentes maneras pero básicamente es así), no obstante, sus premisas por separado son totalmente diferentes. El Brand journalism es una manera en que las instituciones se relacionan con sus grupos de interés, acopiando, clasificando y produciendo contenido de importancia para sus usuarios, hasta ahí tenemos la ecuación Periodismo + Marketing, sin embargo, el periodismo como lo conocemos, no se adecúa a los estándares de permanecer sometido a fines empresariales que colocarían en jaque la objetividad, la imparcialidad y el fin del periodismo en sí que es ser la voz de la colectividad (creo que ninguna compañía publicaría información que le perjudicara o le dañara directamente). De igual manera ocurre con el “marketing de contenidos”, cuya creencia es que se traduce en una nueva manera de hacer marketing y se resume en el ejercicio de fidelizar clientes en redes sociales, blogs etc., ayudando a familiarizar al cliente pero no necesariamente favoreciendo la compra directa del producto, objetivo central del marketing en todas sus anchas (vender el producto o servicio, adivinando y muchas veces inventando las necesidades de los consumidores). Entonces, ¿por qué la insistencia en crear términos subjetivos? El avance tecnológico (que no necesariamente resulta una revolución) se reinventa cada minuto, y aunque no se critica el hecho de experimentar y ejercer nuevas técnicas para hacer feliz a las empresas y a su vez a los clientes, en el inocente plan de crear términos para establecerlos se mezcla lo inmezclable. Existen periodistas especializados en marketing, mercadólogos especializados en comunicación y publicistas que se desempeñan en ambos oficios, pero lo cierto es que aunque se intente importar lo mejor de las profesiones que más peso tienen dentro del Social Media para hacerlo más práctico, se reconoce que pertenece a una adaptación de los medios en su constante evolución y es por ello, que dentro del mundo periodístico el “Brand journalism” se le acepta como una estrategia de “medios corporativos” (porque al fin y al cabo eso es). El marketing no es periodismo, las relaciones publicas no son periodismo, mis compañeras que ostentan el título de “comunicadoras sociales” y trabajan como community manager o editando videos NO SON PERIODISTAS. Existen muchos tipos de periodismo, pero que una marca quiera ser cercano a su público agregando contenido de valor periodístico a sus redes, eso simplemente no es periodismo. Imagen por iStock
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