Nuestra vida es como una película en donde más nos vale ser protagonistas. A veces estamos tan enrolados en nuestro día a día, que nos dejamos llevar por las tendencias, o por la maldita costumbre. Todos jugamos un rol, como en la actuación. Si somos “creativos”, nos vestimos como sea, menos formales. Si somos “ejecutivos de cuenta”, actuamos formales. No es lo mismo el comportamiento en una junta con colegas, que con clientes. Lo malo es que no somos conscientes de esto, actuamos por inercia. Pero cuando razonamos sobre esto, es cuando podemos ser mejores. Como ejemplos cotidianos: todos en enero se vuelven deportistas, ¿por qué no empezar desde antes? así en enero llevaríamos un gran porcentaje de avance. Cuando hay una fiesta, invariablemente se pone la música a alto volumen, si no, no es fiesta, ¿no han intentado poner música bajita para platicar? No dije que esté mal, simplemente es verlo desde otra perspectiva. Lamentablemente muchas veces esto se refleja en el trabajo publicitario: La mayoría de las menciones terminan con un abominable “así que ya lo sabes”; la frase gancho del anuncio promete: “la mejor calidad al mejor precio”, y el colmo son los slogans que dicen: “si piensa en x, piense en x”. No hagamos las cosas por inercia o porque así normalmente son, aquí es cuando tenemos la oportunidad de ser protagonistas y cambiar la historia. Cada proyecto es un desafío que merece ser evaluado desde diferentes perspectivas. Seamos la mejor versión de nosotros mismos. Se vale reinventarnos desde hoy, para ser la mejor versión de nosotros mismos.
Comentarios