Releía viejas notas y links guardados en Pocket en busca de un artículo sobre el trabajo en equipo. Como lo que rastreaba no estaba «taguedo» correctamente, el asunto me llevó más tiempo, pero, el vaso medio lleno es que (re)descubrí cosas que no me acordaba que las tenía. Las comparto a continuación. El pensamiento creativo es el principal activo para generar una ventaja competitiva de tu emprendimiento, empresa u organización. Es sabido que a la creatividad, como si fuese un músculo, podemos tonificarla, entrenarla y nutrirla saludablemente para beneficio personal y de nuestros proyectos (en este blog encontrarás más contenido al respecto en otros artículos de mi autoría y de terceros). Están las personas que cultivan técnicas y habilidades que les permiten crear negocios diferentes, soluciones distintas a problemas cotidianos o problemas mucho más complejos… Y están aquellos que solo se asombran y se limitan a seguir reproduciendo recetas o caminos ya transitados. Todos podemos aplicar técnicas y hábitos para cultivar el desarrollo del pensamiento creativo. Las herramientas del mundo son inútiles sin una idea esencial. No puedes correr en tanto no hayas caminado. Como afirma George Lois «la creatividad no se crea, siempre está ahí para que la encontremos: es un acto de descubrir.» Para ampliar nuestra capacidad para engendrar ideas nuevas y originales, debemos comenzar por identificar cuales son las barreras que impiden ir más allá. 5 razones que retienen al pensamiento creativo
- Baja autoestima: las personas con baja autoestima tienen buenas ideas, sin embargo, su bajo nivel de confianza los hace pensar que su idea no vale la pena o que no será tenida en cuenta.
- Temor al ridículo: fallar es parte de proceso. Es una instancia de aprendizaje para llegar a lo que posiblemente es correcto. Y si no estás seguro de esto, te regalo una cita de Samuel Beckett «Si alguna vez trataste. Si alguna vez fallaste. No importa. Inténtalo otra vez. Falla otra vez. Falla mejor.»
- Amor por la primera idea: creer que la primera idea es siempre la mejor es un límite que nos imponemos. Una idea lleva a otra y esta a una tercera.
- Dar por bueno lo sabido: «acá las cosas siempre se ha hecho así»; «si funciona no lo cambies». Dos frases –de las muchas que existen– dispuestas a fusilar la creatividad y a toda intención de aportar ideas. Evitémoslas, de favor.
- Creencias que limitan: ¡cuántas veces creemos que no podemos hacer algo y a la larga el único impedimento para hacerlo somos nosotros mismos! El miedo a la lucha provoca que el mundo pierda mucho talento.
Los equipos de trabajo más creativos son aquellos que afrontan con madurez las diferencias entre sus integrantes y las dejan a un lado en pos del progreso y crecimiento de la idea u objetivo a realizar. Piensa de pie, haz que las cosas pasen, ¡impresiona a tu ecosistema no solo con tu trabajo, sino con tu garra, deseo y atrevimiento! La creatividad debe aturdir. Imagen cortesía de iStock
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