«La creatividad es simplemente conectar cosas. Cuando preguntas a gente creativa cómo hicieron algo, se sienten un poco culpables porque realmente no lo hicieron, simplemente vieron algo. Les parecía obvio después de un tiempo. Eso es porque eran capaces de conectar experiencias que habían tenido.» Así se expresaba Steve Jobs cuando le preguntaban sobre la creatividad. Ya no creamos solos o de manera aislada. Somos parte de redes sociales y permeables a estímulos externos y cambios internos. Aprovechemos la coyuntura para maximizar las oportunidades. Potenciar el trabajo en equipo o tu grupo laboral para fomentar y apostar al pensamiento creativo. 1. Genera un ecosistema propicio para la creatividad «Una idea que se desarrolla y se pone en marcha es más importante que una idea que existe solo como idea.» Edward de Bono. 2. Incentiva la creatividad de otros Edward de Bono afirma que es mejor tener suficientes ideas y que algunas estén equivocadas que estar siempre en lo correcto y no tener ideas. Pues, ya sabes, sé receptivo a las ideas, aunque, a priori, suenen descabelladas. 3. Desarrolla programas de incubación de ideas Como un queso o un buen vino, a las ideas hay que cuidarlas, trabajarlas, darles tiempo de maduración. Incubar ideas con el fin de guardarlas, madurarlas, cultivarlas hasta hacerlas germinar. 4. Combate las frases asesinas Modifica las frases asesinas por verbalizaciones positivas. Reemplázalas por frases que promuevan la creatividad. Haz preguntas que obliguen a las personas a cuestionarse. 5. No te cases con la primera idea No te conformes con la primera respuesta que te de tu cerebro. Una idea lleva a otra y ésta a una tercera. La búsqueda de alternativas constituye una de las técnicas más efectivas tanto para el desarrollo del pensamiento creativo como para encontrar solución. 6. Convoca reuniones para la construcción de ideas creativas 7. No permitas que las ideas se escapen Documentar inmediatamente una idea es una gran idea. No importa dónde; una nota de voz en el celular, un cuaderno, anotador o servilleta. Lo importante es que no dejes escapar tu idea. 8. Considera la solución opuesta Para sacar el vino de una botella quitamos el tapón, pero también podríamos meterlo, ¿cierto? Frecuentemente la solución opuesta es la respuesta que estamos buscando. No descartes ideas, recoge alternativas. 9. Consulta con otras personas Analiza tu resto desde roles diferentes. Pregunta y consulta con personas que no tengan incumbencia en el problema. Aprovecha la capacidad de entender las cosas de una manera diferente. Muestra el desafío a resolver a un niño y espera su respuesta. Se trata de sumar capacidades y no restar posibilidades. 10. Rompe las rutinas Alterar las rutinas es una excelente chance de ver y hacer otras cosas o las mismas cosas de manera diferente. Haz cosas que usualmente no haces. Permítete observar el mundo desde una perspectiva novedosa. Para cerrar, te regalo una reflexión inspiradora: «Nunca digas a la gente cómo hacer las cosas. Cuéntales qué hacer y te sorprenderán con su ingenio.» George Smith Patton. Imagen cortesía de iStock
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