Yo tengo una maña y es que cuando termino de escribir una frase por WhatsApp termino con una carita feliz, no es porque sufra de felicidad mórbida ni mucho menos sino porque de manera oral casi siempre estoy hablando en broma, en cambio de manera escrita una misma frase puede tener múltiples interpretaciones. Este es un insight que detectó la agencia estadounidense Conill para su producto Crest, con su premiada campaña “Una sonrisa cambia toda la historia”. Se trata de una serie de avisos donde comparan dos frases de chat, en donde una de ellas termina con el conocido 🙂 Años atrás, la marca había manejando un concepto parecido en televisión: “Puedes decir lo que sea con una sonrisa”, en la que personas daban malas o molestas noticias a la gente, pero con una sonrisa suavizaban la recepción. A simple vista podría tratarse de un simple chiste, pero en realidad encierra una verdad muy profunda que es el extraño poder de la actitud. La publicidad trata de hablar siempre en positivo porque evidentemente nadie quiere estar relacionado con algo negativo, sin embargo una misma situación puede ser mala para alguien pero buena para otro, lo que complica aún más la tarea de escribir un buen copy. Eso es lo que pone a muchos publicistas a dudar respecto a los premios, ya que la única persona que puede decidir si una pieza publicitaria es buena o no, es el consumidor. ¿Por qué hay gente que se viste tan mal y sale a la calle pensando que se ve divinamente? Pues porque toma la decisión de que se ve bien. ¿Por qué hay gente que piensa que es graciosa, cuando en realidad no hace reír a nadie? Porque en su cabeza, esa persona es graciosa. La realidad de uno no tiene por qué comprometer la realidad del otro, ya que todos los sentimientos y emociones suceden en un mismo lugar, la cabeza. El ser humano tiene el poder más grande sobre los demás seres vivos, el poder de pensar, de creer, de tomar decisiones, ese poder nos da la posibilidad de transformar la realidad y convertirla en lo que queramos, pues la realidad es algo subjetivo, personal, así que comencemos a pensar en positivo sin esperar a que un comercial nos lo diga y simplemente decidamos ser felices. PD: Un saludo en su primer cumpleaños a quien todos los días transforma mi mundo con su sonrisa, Bastian 🙂
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