Creo que una de las aportaciones más valiosas que puede hacer el planner al trabajo cotidiano de la agencia es retar sus propuestas y la manera de ver y hacer publicidad. Es un reto positivo, propositivo que busca en todo momento estirar más la liga, proponer nuevos caminos, confirmar el pensamiento que va detrás de la idea y a la larga, mejorar los resultados de nuestras campañas. Aclaro que para poder retar, primero se debe trabajar en equipo y ganarse el derecho a opinar. No se trata solo de ponerse a cuestionar todo sin sentido y nomás porque sí. El desafío comienza con el cuestionamiento de la información del cliente o de cuentas: ¿hasta dónde es cierta? ¿en realidad qué podemos aportar a nuestro cliente? ¿cómo podemos convencer o retar a cuentas para presentar algo diferente, para ir más allá de los deseos del querido cliente? Me parece que el reto principal está en la definición de los objetivos de la campaña ¿son en verdad desafiantes para nuestra capacidad creativa? Debemos redactar briefs que reten a la agencia, que reten nuestro pensamiento y entendimiento de la marca. Un brief que cuando acabe la junta nos brillen los ojos por lo retador, intenso e inspirador que representa el problema a resolver. Atrevernos a cuestionar nuestros formatos y recursos creativos, las ejecuciones y las promesas de marca, atrevernos a llegar más lejos, no como un acto de rebeldía, sino por el gusto de hacer cosas diferentes y llevar a nuestros clientes a nuevos terrenos de comunicación, dejar de pensar en conceptos creativos y anuncios de tele y pensar más en esfuerzos de comunicación que exploren nuevos canales, experiencias y formatos. Podemos proponer nuevas maneras de usar los medios, rompiendo el paradigma de los TRP, alcances, frecuencias y demás rigideces que nos llevan a repetir fórmulas que se inventaron en los 80’s; dejar de comprar audiencias y repeticiones para empezar a invertir en la generación de contenidos con significado. Entender que la comunicación de las marcas con las audiencias es mucho más grande que la publicidad y que el resultado de nuestro trabajo puede ser parte de la vida de la gente y no solo parte del paisaje. En realidad me gustaría que el reto fuera una filosofía publicitaria mexicana, pero a veces parece que nos da miedo retar y nos molesta que nos reten. Si te gustó este artículo compártelo, si no te gustó coméntalo. Imagen cortesía de iStock
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