Actualmente, en esta era del social media, un personaje se puede considerar una verdadera figura pública cuando su fan page alcanza mínimo un millón de seguidores, lo cual se logra generando contenido vigente y atendiendo constantemente a su target. El pasado fin de semana, en mi trabajo como locutor de radio, realicé un meet and greet, es decir una dinámica de conocer y saludar a un artista de manera personal, cercana y muy ligera. Para las ganadoras de la promoción radial esta convivencia fue totalmente gratuita pero para el público en general la magia de saludar a su ídolo tenía un costo de $800 pesos. Niñas y no tan niñas de entre 12 y 24 años hicieron largas filas para tener esos añorados dos minutos con su artista, planeando en su mente las preguntas que harían. El personaje en cuestión era un joven de no más de 19 con 3 años de presencia en YouTube y una historia de contenidos exitosos en Vine. Sonrisa natural, una historia de lucha personal y digital, un rápido despegue artístico que le obliga a salir adelante; tres canciones posicionadas más allá de la radio y una producción detrás excelsa, dedicada y de calidad lo han convertido en un artista/producto exitoso. El evento finalizó luego de 6 horas de largas filas de niñas sollozantes de alegría (ese tipo de fans que siempre han existido, con Menudo en los 80, Timbiriche en los 90 y UFF en el 2000). Hoy, las fanáticas viven una realidad diferente al tener una conexión “más directa” con su ídolo gracias a las redes sociales; plataformas que este tipo de artistas han sabido utilizar para generar aquello que los políticos no saben hacer, Credibilidad. Las lágrimas de aquellas chicas no eran más que la manifestación real del clic emocional que pueden provocar este tipo de personajes mediáticos digitales, que por medio de una dinámica honesta, sencilla y fuerte han logrado el éxito. Omitiré el nombre del artista pero no omitiré que es alguien que cuida sus ideas, mensajes y actitudes, para proyectar una imagen en perfecta armonía con su público. Quien se ostente de ser una figura pública debe comporte como tal, de manera auténtica, sin autonombrarse o intentar ser. Hoy la conexión, digital o física, debe ser real, congruente, natural y ligera. Imagen cortesía de iStock
Comentarios