¿Quién quiere pagar impuestos?. Nadie. En mis pocos años de vida aún no he conocido a la persona que sonría de felicidad después de pagar impuestos. Desde hace algunos años, inclusive, en la actualidad, ha existido la práctica de que un artículo, un servicio o cualquier producto puede costarte más económico si lo pagas en efectivo, igual si no pides factura, es decir, si no se deja rastro de la operación. Eso sí, si quieres factura o pagar con tarjeta, entonces te cobran el impuesto. Cuando era niño, a la salida de la cancha donde jugábamos básquetbol había una tiendita donde vendían unos refrescantes helados (paletas o nieves) en bolsita a 50 centavos (politos, vikingos, bolis, bonice, etc). Una cuadra más abajo, te vendían 3 piezas por 1 Bolívar, es decir, casi 20 centavos más económico. La gran mayoría prefería caminar una cuadra de bajada y luego la cuadra de subida con tal de ahorrarnos los 20 centavitos. Al parecer lo mismo le pasó a Messi, Macri, a los amigos de Putin, a Almodóvar, a Salinas, a Zamorano, a un primer ministro, a un jeque árabe y a una enorme lista de políticos, empresarios y deportistas quienes caminaron “unas cuadritas” de ida y vuelta con tal de ahorrarse “unos centavos”. El tema de #PanamaPapers en tendencia mundial, y no es para menos, pues la investigación llevada a cabo por destacados periodistas de varias partes del mundo, revela “documentos de aquí y de allá” con más de 40 años de transacciones de todo tipo que involucran a una enorme lista de personalidades de todas las nacionalidades, razas, creencias y religiones. Todos unidos, juntos como hermanos caminando unas cuadras para ahorrarse unos centavitos. En este tema ya vimos renuncias de políticos con enorme sentido ético, moral y profesional, quienes se despojaron de sus condiciones preferenciales e inmunidad proporcionadas por sus cargos, a fin de que se les abran investigaciones. Otros, a oscuras y sin ruido buscan avanzar unos pasos implorando sus oraciones para que no los volteen a ver. Pero aún hay mucha tela de donde cortar y tendremos que estar atentos a cómo manejan las crisis de imagen en donde estás se den, la exposición al escarnio público a quienes les corresponda, quien verá deteriorada su imagen, a quien señalará la opinión pública, quién saldrá ileso de esta golpiza, quien se lavará las manos como Pilatos. Yo seguiré atento a lo que suceda haciendo mi chamba, ¿y ustedes?, ¿caminarían unas cuadritas para ahorrarse unos centavitos?.
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