Una de las cosas que debemos aprender y desarrollar con gran precisión todos los que decidimos dedicar nuestra vida a la Publicidad y el marketing, es ser grandes OBSERVADORES, aunque creo que aún me falta aprender más sobre esta técnica, siempre estoy en las calles viendo cómo se comportan los consumidores ante los estímulos de las marcas en los puntos de ventas. Pero más allá de lo expresado, lo que me llama más la atención es como de forma natural y aplicando siempre el SENTIDO COMÚN existen personas que ni siquiera teniendo un nivel de estudio básico, pero aplicando esta frase logran mover su oferta de producto y servicio de manera óptima; para explicarme mejor, me refiero a los muchos casos de personas que trabajan en la economía informal y que tiene la capacidad de sin saber de marketing y mucho menos de publicidad tienen la capacidad de definir su target y ubicarse justo donde está el consumidor que necesita cubrir esa necesidad que ellos pueden resolver, un ejemplo de ello, lo veo todos los días frente a mi oficina, yo trabajo en una zona de Caracas que se llama el Rosal, a esta ubicación le llaman en Venezuela el área financiera de la capital, esto en virtud de la cantidad de Casas de bolsas, Bancos y Seguros que existen. Es natural al menos en mi país que las personas que trabajan en este sector económico siempre vayan de traje y corbata, y por supuesto en calzados de vestir, es allí donde todos los días un limpiador de zapatos ubico un espacio para quedarse, y goza de clientela fija copando su servicio durante todas las horas que dura en el puesto, estoy seguro que nadie le dijo teorías de marketing para que su negocio fuera más eficiente, eso lo aplico utilizando el sentido común que creo que en la práctica es la esencia del mercadeo. Y como esta historia hay miles, que observamos a diario, donde la creatividad se pone a prueba para que las personas puedan satisfacer una necesidad, y es que la vivencia en las calles es el mejor maestro del marketing actual, porque de allí es donde podemos medir en primera persona que siente nuestros consumidores actuales y potenciales, que necesidades básicas y que necesidades artificiales podemos llenar. El saber olfatear estos elementos, nos permitirán enfocar mejor nuestras marcas a una realidad mucho más tangible y que nos brinde atajos que nos minimicen los errores que pudiéramos cometer por omitir información que provienen de nuestros clientes. Nosotros que tenemos la dicha de haber estudiado esta carrera y que aún seguimos adquiriendo nuevos conocimientos teóricos, tenemos el privilegios de poder contrastar lo mejor de ambos mundos, combinar realmente la teoría con la práctica y poder cruzar lo mejor de ambas experiencias con la finalidad de usar lo que nos ayude a que nuestros clientes puedan lograr cumplir sus objetivos de mercadeo. Imagen cortesía de iStock
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