De cara al futuro, en esta nueva era de “la cuarta revolución industrial” es importante que el profesional de Talento Humano sepa lo que debe hacer. Es sencillo proponer perfiles, bandas salariales, inducciones o el desarrollo de cualquier sub sistema en Recursos Humanos, pero estos aspectos técnicos no tienen valor si no logran entender la esencia de la organización. Un día una ardilla se dio cuenta que bajo la tierra se retorcía un ser que nunca antes había visto, así que lo sacó para que no se ahogue, pensó que era un héroe y que lo agradecerían por siempre, pero no fue así ya que el ser extraño era un topo, su buena intención de ayuda generó un verdadero problema. Lo mismo sucede hoy en día en las organizaciones donde llega un experto en Talento humano y quiere implantar una serie de sub sistemas que aprendió en la universidad o que ha aplicado en otras organizaciones y su afán de hacer las cosas técnicas solo genera problemas, resistencia y tropiezos organizacionales. No siempre se debería tratar al otro como a uno le gustaría que le traten, debemos tratar al otro con empatía (pathos = sentimiento – empatía = en el sentimiento / entender al otro desde lo que siente). No puedo imponer reglas desde Talento Humano si no conozco el negocio. Cuando llego a una organización puedo aportar desde la academia, pero eso lo pueden leer en los libros y cualquiera podría aplicarlo, entonces ¿cuál es su valor agregado? Los profesionales responsables del Talento Humano debemos comprender que nuestro cargo en las organizaciones solo es de apoyo, deberíamos entender la esencia de la organización, cuales son los puestos de trabajo sobre los que se sustenta la empresa, empecemos a entender como esos cargos se desarrollan, cuál es el sacrificio que realizan y luego preguntemos ¿cómo puede mejorar las condiciones de ese trabajo?, ¿qué puede hacer para que ese talento humano pueda ser más eficiente?, solo así usted podrá ser un gestor de Talento Humano apto para enfrentar los retos que la cuarta revolución industrial exige. Si usted quiere ser un protagonista en su empresa, organización o institución, usted deberá apoyar a que los otros logren resultados. Piénsese como un médico, él es realmente bueno no por estar sano o decretar que los otros deben estarlo, sino mientras más personas ha sanado y estás lo recomiendan. Imagen cortesía de iStock
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