Una de las categorías más recientes de Cannes Lions: Innovation Lions, otorgó el día de ayer el ansiado Grand Prix a la campaña de Google Deepmind, compañía inglesa perteneciente al gigante de Internet dedicada a la investigación de Inteligencia Artificial. Google Deepmind desarrolló en 2015 “AlphaGO”, un programa informático capaz de jugar “Go” (o Baduk), un ancestral y famoso juego chino con una dificultad muy superior al ajedrez. El enfrentamiento entre humano y máquina ha causado terremotos en el mundo tecnológico porque “Go” tiene una posibilidad mayor de juegos que el ajedrez. El número de juegos posibles en “Go” es de 10 a la 761, mientras que en ajedrez es de 10 a 120, lo que elimina una de las grandes ventajas que tienen las máquinas sobre el ser humano: la capacidad de tener en cuenta más posibilidades. Deepmind le enseñó a AlphaGo a través de una red neuronal y un tradicional árbol de decisiones todos los posibles movimientos y analizando las estrategias de los mejores jugadores del mundo consiguió tomar decisiones que le permitieron ganar 3-2 a Fan Hui en Octubre de 2015 y al campeón mundial Lee Se-dol 3-0 el 9 de Marzo pasado. “Quedé muy sorprendido”, dijo Lee después de perder la primera partida. “No esperaba perder, pero tampoco esperaba que AlphaGo hiciera una partida perfecta”, agregó. El jugador profesional se rindió después de jugar por tres horas y media, admitiendo que no se arrepiente de haber aceptado el reto. https://youtu.be/s3AsmVobQ4U La campaña de Google Deepmind reunió a más de 280 millones de espectadores durante la transmisión del match contra Lee Se-dol y llamó importantemente la atención de la prensa mundial. El triunfó que AlphaGo obtuvo en Marzo representa el gran avance que la Inteligencia Artificial ha conseguido hasta el momento y en esta ocasión lo reafirma en el Festival de Creatividad de Cannes con un Grand Prix que sin duda impulsará a muchos más proyectos similares a continuar esforzándose por la innovación tecnológica y el desarrollo del aprendizaje cibernético, el cual lejos de parecer una amenaza a la humanidad, realmente simboliza una evolución a la forma de interacción y capacidad de trabajo que pueda implementarse en la vida cotidiana dentro de muy poco.
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