Si sos de los que creen que las redes sociales fueron creadas para que tu marca vendiera más, por favor, evita desperdiciar tu tiempo y anda a buscar uno de esos artículos que te cuentan como ser exitoso en diez simples pasos, me parece que esos se acercan más a tu forma de pensar. Y te adelanto que el paso seis de verdad te sorprenderá. Amo la publicidad, y amo lo que las redes sociales significan para nuestro planeta y nuestra profesión. Haber nacido en la era en la que las marcas tienen oportunidad de conversar de forma personal con sus consumidores (actuales y potenciales) es un privilegio que los Bernbach y los Ogilvy hubieran pagado por ver. Pero, seamos sinceros, nadie se mete de forma compulsiva a las redes sociales para ver a tu marca. Es más, si hay algo que la gente odia sobre su entorno digital, es la cada vez más atosigante presencia publicitaria. La única forma que tenemos de capturar el interés de nuestros seguidores, es (como todos sabemos) compartiendo contenido que aporte algo significativo a su días y a sus vidas. Una carcajada, un suspiro, una lágrima, o algún pedazo de información relevante. Sí, yo sé que la palabra contenido está de moda y ya te tiene harto, pero tranquilo, hoy no vengo a hablarte de eso. Porque a pesar de lo que aseguran algunos “expertos”, no existe una fórmula para generar buen contenido, y es justo eso lo más lindo de nuestra profesión. Claro, una forma de empezar es buscándole una esencia, un territorio y una voz a tu marca, pero a partir de allí, todo dependerá del talento de tu equipo. Lo que busco hoy es dar un primer paso en mi lucha por hacer que mis marcas y las tuyas respeten un poco más a los consumidores en las redes sociales. Como dije, no creo que haya un santo grial que nos ayude a generar contenido memorable, pero te puedo asegurar que posteando fotos de shutter con el logo de tu marca, todos los días, no es la forma de hacerlo. Lo que tu marca comparte en sus redes sociales es tan importante (o hasta más) como lo que comunica en cualquier otro medio “masivo” y tradicional. Me frustra ver diseñadores que hacen de menos el trabajar posts o contenido digital en la agencia porque lo miran como algo fácil y que no los reta, o esos clientes que quieren compartir cualquier estupidez todos los días, porque ahuevos, si este rollo es gratis hay que aprovechar, ¿no? Es justo este tipo de mentalidades del siglo XIX las que tienen atoradas las plataformas sociales de contenido vergonzoso y de fotos de la china-latina. ¿Quién te dijo que tu marca tenía que compartir contenido todos los días? Si como personas odiamos a ese ex-compañero de escuela que comparte fotos de su bebé a diario, ¿de verdad crees que en el caso de tu marca la cosa será diferente? Esto es tan ridículo como que un cliente te pida hacer un spot de radio nuevo todos los días. Los primeros diez los harías con gusto, los siguientes diez te empezarían a joder, y de allí en adelante tendrías pesadillas con esa chingadera. Por favor, démosle valor a cada cosa que digan nuestras marcas en las redes sociales. Si no tenemos nada bueno que decir, no digamos nada. Es preferible compartir una cosa genial a la semana que compartir una cosa irrelevante cada día. No solo se pierde tiempo, también se pierde esfuerzo y presupuesto que podría dirigirse mejor en otro tipo de contenido. Y no vale culpar al cliente, es nuestro trabajo asesorarlo y demostrarle con estadísticas porqué es mejor hacer poco contenido metiéndole mucho cariño, y no un montón de cosas que al día siguiente ni el community manager recordará haber compartido. Nadie se mete a las redes sociales para ver a tu marca, así que por lo menos asegúrate que cuando se la topen por allí, sea con algo que valga la pena. El talento está y lo he visto. Ahora toca luchar para darle a las redes sociales la relevancia y el peso que se merecen en cualquier estrategia. Al final, el beneficiado será tu portafolio y la reputación de tus marcas.
Comentarios