¿Acaso es el discurso, el diseño o la imagen lo que nos impulsa a escoger nuestro candidato? Evidentemente todos estos elementos juegan un papel protagónico en la construcción del brand electoral del político. Puedo hablar desde mi gestión en este mundo muy sucedido donde es realmente complejo proporcionarle una personalidad “relativamente” ajustada a la identidad del candidato sobre todo, cuando el político tiene una imagen personal poco favorable nace la pregunta del millón: ¿Cuál es la imagen adecuada para el candidato?. Ustedes pensarán que para los políticos masculinos es más fácil ya que solo debe cortarse el cabello, afeitarse y colocarse una camisa de vestir impecable. A simple vista parece sencillo, de hecho, lo suficiente para pensar que así lucirá decente para el público. Sin embargo, la lectura que hace nuestro cerebro sobre el aspirante va mucho más allá que una linda camisa sino también la forma en que la luce y cala en la personalidad de su discurso, de esto se tratan los insigths. Sí el objetivo de campaña es captar un público juvenil y el candidato es una persona que tiene alrededor de 52 años, no puede presentarse con una vestimenta opaca ni mucho menos sobria. Angels Llimargas, consultora de imagen política y personal en España, asegura que la “cosmética de la política” se centra en construir una imagen coherente y potenciada en las cualidades del político haciendo especial énfasis en moldear dichos elementos en el momento adecuado. Supongamos que éste candidato a quien llamaremos X, se encuentra en un recorrido universitario en un instituto de alto poder adquisitivo ¿cuál sería el look adecuado? Una camisa al estilo Columbia, color blanca o naranja, a ras del torso, sin exceso de telas a los lados, un reloj sport negro ajustada en la muñeca, jeans suficientemente oscuros combinados con unos zapatos negros casuales y una gorra que no cubra por completo el perfil. De este modo, seguramente, los estudiantes se sentirán más conectados con la presencia del político e incluso si viene acompañado por rostros frescos que sean complemento del discurso mejor, esto resulta determinante cuando se trata de llamar la atención de la juventud. Somos conscientes que las propuestas de los aspirantes son el mayor peso de su campaña pero consideremos que en la actualidad la imagen ha sido definitiva en el poder de convencimiento puesto que la representación ideal de un candidato también juega en nuestra actividad mental, conexión, simpatía y hasta el proceso de decisión. Todos queremos un candidato con ideas innovadoras, un discurso contundente pero sobre todo una muy buena presencia dice mucho más CIFRAS: El cuerpo es la herramienta más efectiva de comunicación según estudios el 70% es el lenguaje no verbal, 20% el lenguaje paraverbal, el 8% la educación y solo un 2% pertenece al discurso, lo que dice. AUTOR Rosmary Bompart Venezolana emprendedora. Comunicadora publicitaria. Directora de Cuentas medio tiempo y diseño artístico los fines de semana. Manualidades y pintura digital. «No pude haber escogido mejor carrera…» me digo los viernes a las 9:00 de la noche. Esto es mi vida. Imagen cortesía de iStock
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