«Change is inevitable… Working with change is what creativity is about.» Ed Catmull, Creativity Inc
No es raro escuchar que las agencias de publicidad están en su lecho de muerte. Tampoco es casualidad lo común que es ahora ver empresas tecnológicas llevándose Leones en Cannes. Sí, sabemos que el fin está cerca para la publicidad tradicional que, como asegura Nacho Zuccarino, escucha más al brand manager que a las personas. Pero ¿cuál es el mayor problema que enfrenta la publicidad?
Hace un año en el Festival de Antigua, Eduardo Salles, fundador de Pictoline, mencionó algo clave durante su charla “el talento creativo se está yendo de las agencias”. Y eso es totalmente cierto. La cultura organizacional de las grandes redes está ahuyentando a nuevos talentos creativos, así mismo, ellos están encontrando o creando mejores espacios para desarrollarse y generar ideas que nunca serían aceptadas por sus jefes. No podemos esperar grandes cosas de un gremio que está perdiendo a las nuevas mentes, todo por creer que las agencias son el único espacio donde desarrollarse creativamente. Se olvidan que el mundo cambia a pasos agigantados y ellos se están quedando atrás. El mundo publicitario se ha transformado y los paradigmas ya no son los mismos. Una agencia ya no solo compite con la de la otra calle. Ahora también uno debe medirse con un Buzzfeed o un Google, ambos monstruos que han cambiado las reglas del juego. Sí, todavía existen miles de marcas que contratan a una agencia, pero es cada vez más evidente que la forma de vender ya no se centra en un producto, y mucho menos, en un comercial de televisión. Hoy en día, las personas buscan experiencias y utilidad, nuevos formatos para consumir información. Así mismo, nosotros los que queremos crear e innovar, andamos en la búsqueda de un lugar donde se nos permita hacerlo. Entonces ¿cómo se puede revertir el trágico augurio? Ed Catmull, presidente de Pixar, descubrió la solución hace ya bastante tiempo. En su libro Creativity Inc (2014), no solo relata el trayecto del estudio que revolucionó la animación, también, se dedica a explicar cómo construyó una cultura organizacional que permitió todos sus grandes éxitos. Como amante de la ciencia, no dudó en seguir el método científico para detectar problemas internos que estuvieran limitando la capacidad de creación y sinergia de su equipo. Con solo observar la dinámica del estudio, reconoció muchos factores negativos en la forma en que se manejaba la compañía e inmediatamente buscó soluciones al problema. Desde cambiar la forma de la mesa de reuniones, hasta darle el poder a su equipo de tomar grandes decisiones y confiar en su talento. Catmull descifró que sin una cultura diferente dentro de Pixar, su equipo estaba destinado al fracaso. Zuccarino asegura a su vez, que la única razón por la que los y las publicistas seguimos existiendo, es porque tenemos la capacidad de contar historias, pero si un lugar como Pixar donde se encuentran los mejores storytellers de occidente necesitó de un cambio drástico interno ¿cómo una agencia no lo va a necesitar? Las agencias, sobre todo las redes, necesitan replantearse la forma en que funcionan y no esperar a ser devorados por los talentos que ellos mismos están dejando ir.
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