En un principio solo las fanpages de artistas o personalidades, que pasaban por el proceso de verificación, podían transmitir en vivo. Ahora todos tenemos la posibilidad de utilizar Facebook Live. Aunque esto no es algo nuevo, pues ya lo habíamos vivido antes con Ustream, la conexión con Facebook Live es más directa debido al alcance de la red social y su inmediatez. ¿Por qué digo que el uso de esta herramienta digital está fuera de control? La respuesta es simple: Irresponsabilidad, tanto de quien transmite como de quien consume. Al convertirnos todos en prosumidores la calidad de la información ha decaído, pues no hay restricción alguna del material que se comparte. Pueden decirme “espantado” pero la verdad es que todo se permite, no hay limitaciones en cuanto a desnudos o malas palabras; tampoco hay una reglamentación en cuanto a difamaciones publicadas por falsos perfiles. A pesar de que siempre se puede denunciar, la “libertad” en redes sociales me parece ha quedado rebasada. Cuando Periscope inundo las redes, llegó junto con una reglamentación sobre la protección a la información y los datos personales. La situación pudo controlarse hasta donde la ley lo permitió. Por ejemplo la CDMX prohíbe el uso de Periscope y limita el uso de redes sociales a funcionarios durante la veda electoral. En esta realidad dinámica, donde el uso de las apps se ha descontrolado –recordemos la controversia de Sanpchat con contenido sexual-. ¿Qué pasará el día de mañana cuando un “loco” transmita el cometimiento de un delito? ¿O con la simple transmisión de la imagen de una persona sin su consentimiento? ¿Quién protegerá los datos personales en esta era digital? Como usuarios, la responsabilidad recae en nosotros. Las herramientas están en nuestras manos, no pongamos esta libertad en riesgo. Por ahora solo queda sugerir el análisis del contenido que estamos dispuestos a compartir.
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