Muchas personas suelen decir que recordamos solo el 10% de lo que leemos, apenas el 20% de lo que oímos y que se aprende realmente lo que repetimos, sobre esto hay un estudio muy serio y profundo de un gran pedagogo estadounidense que desarrolló el cono del aprendizaje o mejor conocido como triangulo de Dale. Si bien, este triángulo sobre el aprendizaje y cómo se puede aprovechar de mejor manera no contiene porcentajes, sí es claro en cualquiera de sus representaciones, que la lectura es la forma de aprendizaje menos eficiente mientras que la experiencia directa aparece como la más eficaz. Adaptación del cono de Dale Es por esta razón que sigue siendo increíble que con tanta tecnología y con tanto desarrollo humano aún haya enfoques educacionales tradicionalistas que claramente no logran resultados superiores y que en ocasiones han secuestrado el futuro de las organizaciones y las naciones como en la educación pública de algunos países en vías de desarrollo, por citar un ejemplo simple. Una de las formas más atractivas de aprender matemáticas y física es jugando e interactuando, pero la mejor manera de lograr productividad superior con integración del personal, compromiso, sinergia o como usted quiera llamarlo es mediante procesos de Gamificación técnicos que incluyan un aporte de la Psicología organizacional y de la Antropología de las empresas, donde se creó un espacio previo de diagnóstico situacional real y no el que solo las presunciones nos llevan a desarrollar algo que CREEMOS nos dará resultados. La gamificación no es solo una manera de aprender, es una forma de generar consolidación real de equipos de trabajo, motivación y aportes para enfrentar a la competencia, un general no sale a la guerra solo, el cree y confía en su equipo, pero para que ésta sea real, él debió generar confianza de su equipo. ¿Y usted como enfrentará la guerra con la competencia? Imagen cortesía de iStock
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