¿Cansado de los clientes insatisfechos? ¿Eres de los que piensa que nunca ascenderá? ¿Haz trasnochado por temas de trabajo? ¿Crees que la vida sería más sencilla sin jefes? ¡Tranquilo!, aquí hablaremos sobre los milagros que estamos dispuestos a hacer para cumplir con los deadlines. Apuesto que la primera parte la leyeron con voz de locutor de infomercial, pues amigos, si así fue, ese es uno de los tantos “milagros” que ha hecho la publicidad. Es un mundo tan encantador que a todos nos atrae, envuelve y deshecha a la vez, un día queremos algo y al otro ya lo amamos. Es fascinante nuestra capacidad de enamorarnos de algo por un mensaje que aparece repetidamente en una pantalla. ¿Saben? Cada día me enamoro más de nuestra labor. Una de las razones por la que escribo este artículo es gracias a un gringo que se enamoró de mi país, Colombia. Se convirtió en youtuber y ahora en cada uno de los videos que sube, que por cierto son muy buenos, dice “Hola, soy el gringo más colombiano que conoces”. Ha salido en diversos medios y noticieros que exaltan su labor por querer enorgullecernos de pertenecer a este país que cuenta con la más grande diversidad en fauna y flora del mundo. Si bien en cierto, contamos con una de las culturas más alegres y dadas a ayudar a los demás, pero debido a la corrupción, a la guerra y a las ganas de poder infinito, nos han llevado a ser reconocidos por temas poco aconsejables… Muchas veces en los aeropuertos dicen “ahh ¿usted es colombiano?, a un lado, vamos a examinarlo más a fondo” o alguna persona ajena nos insinúa temas de narcotráfico sin que tengamos conocimiento alguno del tema. Este gringo nos ha hecho volver a creer en lo que somos originalmente, nos ha mostrado lo linda que es nuestra diversidad cultural y lo rica que es nuestra comida. Ha sembrado en muchos de nosotros una lucecita de fe por el país que muchas veces nos ha hecho sonrojar. Un claro ejemplo de que algo hicimos bien para que un gringo se enamorara de nosotros y quiera convencer al mundo entero de venir a visitarnos. Volviendo a las preguntas iniciales, creo que nuestro trabajo, aunque subvalorado, es igual que la historia del gringo más colombiano. Al principio no vemos la luz, todo es incierto y así nos trasnochemos, no la logramos… Pero lo que sí es seguro es que tarde o temprano una buena idea nos convertirá en protagonistas que se sentirán orgullosos de lo que son, de lo que han vivido y a donde han llegado. Cada día es una nueva hoja en blanco que nos permite hacer lo que queramos con ella: escribir, dibujar, doblarla y convertirla en un avión, arrugarla y tirarla a la basura, de ti depende lo que muchos dirán de ti mañana, por ahora responde esto: ¿qué estás dispuesto a hacer para mostrarle un milagro al mundo? Feliz martes de milagros.
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