El viernes estuve en una charla demasiado interesante y divertida de Creative Mornings en Bogotá. La speaker invitada es única, la responsable del éxito de muchos youtubers que hoy ganan cantidades exorbitantes de dinero a costa de tutoriales o videos educativos, como los llama ella. Su nombre: Ophelia Pastrana, 100% colombiana pero con el acento mexicanizado hasta en su risa. Una experta comunicadora que se ríe de ella misma y nos muestra los pros y los contras del mundo digital, una profesional que cree que todos debemos ser responsables de la información que consumimos, así como nos alimentamos saludablemente. Las notificaciones de su celular están desactivadas, así ella define “la libertad” de no hacer lo que su teléfono le ordena cuando él quiere, sino que ella lo revisa cuando puede. Toma pequeños sorbos de agua para aclarar su voz, pero no pierde el hilo de su discurso, se arregla el cabello y resalta que quizá ya no tenga la edad de sus “chavitos” youtubers, pero que cree en su talento para atraer un gran número de seguidores digitales. Y sí que lo tiene. Nos da un consejo a todos los publicistas: dice (palabras más, palabras menos) que si queremos generar un gran impacto a nivel digital, es mejor que le paguemos a alguien con un gran talento para hacer un video, que pagarle mucho más dinero a una estrella youtuber o influencer que hará una simple mención y ya. Igualmente, cada red tiene un lenguaje, y cada mensaje un target al cual impactar. No es sano decir lo mismo en todas las redes. Ella apoya el talento y cree en él. Sin embargo, está preocupada porque ahora las personas se sienten con más valor, o de lo contrario, menospreciadas, por los números que reflejan sus redes sociales: likes, “amigos”, comentarios, views y/o shares. “Tú no eres los números de tus redes, ¡nadie lo es!”, dice preocupada, creando conciencia a cerca de los miles de problemas que las redes están generando en los jóvenes y el gran error de redefinición de “autoestima”. Sigue su charla dejando escapar uno que otro comentario gracioso que, a más de uno en el lugar, hace reír. Al terminar, presionada por el tiempo, se sienta y da lugar a las preguntas. La respuesta más contundente fue a cerca de la enseñanza que los padres deben tener con los hijos al momento de usar las redes, esto con el fin de prevenir el llamado bullying y de dejarle la responsabilidad al gobierno, al internet o a los colegios, la educación primordial es en la casa. Se me escapan muchas anotaciones excelentes que dijo, pero el foco de sus 4 charlas de 2 horas cada una, condensadas en tan solo 40 minutos, fue un éxito. Gracias Ophelia, yo también soy blogger y no me da pena decirlo (aunque ya no esté tan “de moda”). ¡Feliz martes de querernos como somos!
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