En mi primera publicación que escribí para Roastbrief “Escribe a las emociones”, llamaba hablarle a la parte emocional que todos tenemos, a esa pequeña parte que todos hemos sentido y que ha causado cierto escalofríos en nuestros cuerpos, aquellas sensaciones que hemos experimentado; caerte en un enorme abismo cuando duermes, vivir de nuevo un evento (De javu), algún sueño repetitivo. Todos vivimos situaciones que nos conectan con otros, tenemos recuerdos, sueños, metas y problemas, ideas que nos acojan y nos motivan. Hemos reprobado una materia, la novia/o nos ha dejado, nos hemos quedado sin dinero, nos perdimos yendo a un lugar. Todos tenemos historias que trasmiten más de un insight y miles de emociones. Pero, ¿cómo?, ¿cómo hablarle a las emociones?, primero hay que saber identificar lo que nos sucede como persona y como individuo. Como persona nos suceden cosas en familia, con amigos, con tu pareja. Y como individuo, aquellos momentos que nos generan cierto escalofrió, determinada emoción/sensación; enojo, tristeza, frustración, felicidad, impotencia, amor, ilusión, emoción, curiosidad, un bloqueo creativo. Todos lo hemos sentido, no importa como lo escribas, ni lo detalles, conocemos el sentimiento. Para poder escribir hay que sentirlo. Teoría, estudios, reglas, formas, todo es meramente frivolidad, arrogancia sin sentido. No estoy diciendo que no sea correcto, de hecho es lo correcto. Pero, ¿cómo escribir mediante series de protocolos si no has probado el producto?, si no has viajado para promover el servicio, ¿cómo decir que te quita los dolores si no has puesto a prueba el articulo?, ¿cómo?, si no lo has sentido. “Cómo decir que no te gusta algo, si no lo has probado”. Para hablar y escribir hay que saberlo y sentirlo, si no lo sientes no podrás trasmitirlo, siente lo que escribes, trasmite lo que vives, vive el ahora, identifica las emociones y sensaciones, observa las expresiones cuando cuentes algo. Para sentir lo que escribes debes entender que eres humano, como todos los que te rodean, en camino al trabajo, a la escuela, esto es la base de los insights, recordad que lo que tú has sentido ya seguramente otros lo han sentido. Vive, siente, prueba, respira. Ama ahora, crea, inspira. Ten una historia siempre que contar. Y recuerda. . . Todo lo que escribas debes de sentirlo. Imagen cortesía de iStock
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