Dicen que las cosas se parecen a su dueño. Y sí, en efecto. Nos parecemos a nuestros jefes y nuestro equipo se parece a nosotros ¡qué bonito! Armar un equipo requiere de muchos elementos; paciencia, buen ojo, feeling, good looking, actitud y un poco de suerte. No cualquiera logra conectar y generar un team digno de ganar pitches como ganamos peso los mexicanos con nuestra dieta T; tamales, tortillas, tostadas, tortas, teleras, tlacoyos… Ya sea que hayas trabajado arduo para ganar tu puesto o te lo hayan heredado, debes saber que tener una dirección fija y una proyección de lo que quieres y cómo lo vas a lograr, es vital en la construcción de una agencia, sueño, meta o proyecto. ¿Qué estilo tienes? ¿Alguna vez te lo has preguntado? ¿Es bueno? ¿Para qué te sirve? ¿Qué mejorarías? No sé, todas estas preguntas debes intentar responderlas, tomar lo mejor y encontrar puntos de mejora porque al final, tú eres el jefe y de ti depende el crecimiento no sólo del negocio, sino de los trabajadores. ¿Qué les estás enseñando? ¿Qué tipo de jefe hubieras querido tener? Supongamos que tienes carta abierta para hacer contrataciones como se te de la gana, es tu visión es tu equipo, ¿qué harías? ¿qué elementos buscarías? ¿cuál sería ese toque que distinguiría a tu gente? Quizá suene estúpido, quizá nunca lo has pensado o incluso lo haces ahora, pero, sí es importante pensar cómo quieres a tu equipo, o la otra, ¿en qué equipo quieres estar? Dicen que soñar no cuesta y es cierto, pero lo que sí cuesta es un equipo integrado y que dé resultados. ¿Lo tienes? ¿Te gustaría tenerlo? ¿Qué vas a hacer al respecto? Imagen cortesía de iStock
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