Cuántas veces no hemos visto comerciales, vallas, pautas en revistas, cuñas radiales, entre otras, que nos recuerdan a alguna otra campaña en algún lugar del mundo. ¿Coincidencia? Puede ser. “Seguramente se inspiraron en aquella campaña de hace un par de años”, “Quizás se les ocurrió la misma idea y no revisaron antes de montar la campaña”. Pero hay casos en los que las coincidencias son demasiado evidentes, y tu mente solo repite una palabra: PLAGIO. Y esto exactamente fue lo que me pasó al ver este comercial, uno de los más pautados en la televisión colombiana a principios del año pasado: https://www.youtube.com/watch?v=nTNHXY9tIfU La campaña tuvo una muy buena recepción en el país. Su impecable producción, sumado a un buen ritmo interpretado por una de las agrupaciones más famosas de Colombia, y al buen manejo del concepto “A la Colombiana” en los diferentes medios hicieron que la campaña cumpliera su cometido y se reforzara el vinculo entre los clientes y la marca: “definitivamente Colombiana es La Nuestra” pensaban muchos. Lastimosamente muy pocos nos dimos cuenta que este comercial tan “nuestro” era en realidad lo contrario: Una vil copia de un comercial creado por AMV BBDO en Londres, en colaboración con la red BBDO en África para ser pautado en dicho continente. https://vimeo.com/105372633 Las coincidencias son más que evidentes, empezando por el concepto, ambos apelando a un sentimiento de identidad cultural, pasando por la música, los encuadres, los colores neon usados en muchas escenas, hasta las tipografías escogidas. Algunas veces nos inspiramos en elementos para crear nuestras campañas, pero esa inspiración debe tener un límite. En Latinoamérica hay muchísimo talento, cientos de agencias importantes, miles de personas creativas y millones de ideas novedosas. ¿Por qué tenemos que seguir imitando las cosas que se hacen del otro lado del mundo? Ya es hora de que asumamos nuestra propia identidad publicitaria, de que nos sintamos orgullosos de lo que somos y lo que podemos hacer, de que defendamos nuestras ideas ante esos clientes problemáticos que solo quieren imitar lo que se hace en el exterior, de que todos, y con esto me incluyo, nos comprometamos a ser más originales, a buscar las ideas en nuestras calles, a observar nuestra gente, nuestras costumbres y nuestra cultura, en vez de buscarlas en la pantalla de un computador. Ya es hora de crear más y copiar menos. AUTOR Adolfo Vásconez Escobar
Comentarios