¿Qué canción estas escuchando ahora? Sabes, no puedo imaginar un mundo sin música, la creatividad no sería lo mismo sin ella, muchas ideas no tendrían vida si no existiera. . . Esa magia, esa onda espiritual que impacta y altera tu estado de ánimo, solo se consigue con un buen soundtrack, cada canción tiene su propio estado de ánimo y da sonido a un sin fin de cosas o a un simple objeto. ¿De qué habla? ¿Te identificas con ella o te recuerda a algo? Dispara tu fantasía, te inspira, es una fuente infinita de insights, historias de amor, de desilusión, de pasión, de victorias, y por qué no decirlo, de muchos Trips para alguno que otro creativo. El internet y la tecnología ha provocado un entorno bastante agradable y divertido en el rubro de la música, hoy, tenemos más de 500 servicios de música digital con licencias operando en todo el mundo y, lo que es más importante, ofreciendo más de 30 millones de canciones a los consumidores. ¿Acaso es de un comercial? Yo recuerdo dos, Sexy Boy de Air, del disco Safari en versión opera para Axe Excite: “Hasta los ángeles caerán” y Here In Your Arms de Hellogoodbye del disco Zombies! Aliens! Vampires! Dinosaurs!, para la marca Teen Spirit: “Toma el control”. Y seamos realistas muchas veces tu idea depende de una buena musicalización, sin ella me atrevería a decir no se recordaría la marca, – dime – ¿Qué marca recuerdas por su música? O mejor ¿Que canción te obligo a buscar el comercial con tal de tenerla? Esto demuestra la importancia de que la industria de la música necesita crear modelos de negocio, un nuevo modelo de activación y de generación de Branded Content asociado a aquello a lo que realmente las personas son fans: la música. ¿Qué provoca en ti esa canción? La música te hace despertar, pensar, soñar que eres otra persona, te da energía para el día, te motiva, te hace escapar, bailar y gritar, te lleva al pasado, te transforma, festejas y sabes que canción hace eso, esa que te recuerda a aquello. Por ello, la música debe centrarse cada vez más en el fan, en el contenido y, sobre todo, en la personalización de la experiencia. La importancia radica en el fan, que decide lo que quiere consumir y cómo quiere hacerlo. ¿Aún sigues escuchando música? ¡Vamos! Alimenta tu imaginación, saca esa libretita y el lápiz, colócate tus audífonos y sube el volumen. Imagen cortesía de Shutterstock
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