Para todos, el mes del amor y la amistad son de esas fechas que aunque no te gusten mucho te indignas si no te regalan ni un saludo. Por más campañas que hagas la mayoría de tus productos se venden solos y eso sí, últimamente hemos visto que no es necesario apostar por las cosas melosas para identificar que las campañas son para ese fecha en particular. Y aunque es solo un día, San Valentín es como el marketing mismo. Aclaro que no soy alérgica al romance y la cursilería –pepito si lees esto, siempre esperaré a que me regales flores- pero lo cierto es que este mes se inclina más a una referencia comercial que una religiosa-histórica. La primera cita El marketing de contenidos no es nada nuevo, actualmente se ha convertido en base fundamental de muchas campañas y del éxito en ellas, cosa que nos ha beneficiado profundamente puesto que es la mejor manera de vender. Como en las citas, nuestro anhelo es impresionar –y te cuento que maneras de hacerlo sobran- pero el chiste es que no sea una impresión falsa, que sea más bien genuina y saber a dónde se quiere llegar con eso. Con el content establecer objetivos realistas es básico, así sabrás qué estrategias usar y el tipo de contenido que mejor le va a dicha estrategia. Yo conocí a Pepito por internet, inicialmente no me atrajo mucho pero debo confesar que su personalidad y posteriormente su presencia llamaban mucho mi atención, así pasa cuando nos anuncian un producto ya sea vía online u offline, si no nos parece atractivo el empaque, la presentación, las cuña radiales, los comerciales y/o el jingle, lamentablemente captar a ese posible cliente va a costar más. La llamada del día siguiente Yo como soy una indiferente de ese tipo de cosas, sí conozco gente que reza para que esa persona especial las vuelva a llamar o mínimo, les escriba de nuevo con un “me encantó la cena de ayer, repitamos la salida”, en el content, el reto es hacer que quieran más. Una buena opción para crear engagement es planificar, por lo que nuestro amigo (el calendario editorial), el cual debemos llevarlo a otro nivel para que posteriormente salgamos de la friendzone. Ponte lindo/a Yo ya soy linda (mi mamá me lo dijo), pero hay que esforzarse más. La idea no es maquillarnos hasta desaparecer, sino embellecer lo que ya somos, por lo que si nuestra estrategia de copywriting inicial funcionó, como en toda relación, hay que mantenerla, para ello, algo de variedad e innovación sin dejar de ser lo que nuestros clientes saben que somos es lo ideal. Pero ojo, no todas la relaciones son iguales, arriesgarse también es bueno de vez en cuando, así que mientras tu marca te lo permita, atrévete a hacer cosas que consideres mejorarán la relación consumidor-marca. Expresa tu amor El amor es para compartirlo y el contenido también, las redes sociales nos han facilitado eso de extender la información pero nada hacemos si no exploramos todos los formatos y hacemos extensivo lo de “compartir”. Así como el dicho dice que “sabio es quien comparte el conocimiento”, hacer de esos conocimientos “compartibles” es primordial para la viralización o expansión del mismo, no todo material tiene ese potencial, así que trabajar justo en eso es la clave para garantizar al menos que aportas valor a tu content. Dile que sí Cuando por fin decimos con propiedad que estamos en una relación, hacerla madurar es el siguiente paso. La confianza, la honestidad y la lealtad marcan un patrón para afianzar y consolidar lo que ya tenemos, pon en papel periódico la tontería de la perfección y dale paso a las oportunidades. Imagen cortesía Shutterstock
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