En artículos anteriores he afirmado rotundamente que la creatividad, más que un don reservado para algunos privilegiados, es una cualidad inherente al ser humano que se desarrolla en menor o mayor medida en función del entrenamiento que le proporcionemos. No obstante, hay ciertas peculiaridades que solo desarrollan las personas que tienen la motivación y voluntad de potenciar su creatividad:
- No se obsesionan con el perfeccionismo exacerbado, porque saben que paraliza. A pesar de la atención al detalle que posee la especie creativa, no permiten que su nivel de perfeccionismo llegue a niveles descontrolados, ya que saben que en exceso, esta cualidad puede convertirse en el peor de los defectos.El perfeccionismo exacerbado nos lleva a un estado de parálisis que no nos permite desarrollar muchos de los proyectos e ideas que rondan nuestra mente. Pensar que siempre hay algo que mejorar antes de dar el primer paso tiene como único resultado que no demos ese paso.
- Ajustan sus horarios a su flujo creativo y no a la inversa: la mayoría de las personas se ajustan a los horarios que les son impuestos, las personas creativas, por el contrario, se sientan a trabajar cuando saben que serán más productivos y cuando la inspiración les sorprende. Aunque es cierto que muchos se adaptan al horario de sus oficinas y agencias, también lo es que son muchas las veces que nos sorprendemos trabajando a altas horas de la noche porque son las horas en las que nuestra creatividad alza el vuelo.
- Abrazan y aman sus momentos de soledad: aunque todo el mundo necesite momentos a solas en los que reflexionar y conectar con uno mismo, las personas especialmente creativas los necesitan con mayor frecuencia e intensidad. Para ellos la soledad es un espacio necesario para ordenar sus pensamientos e invocar a la inspiración.Además, cuando están trabajando entran en un estado de concentración extrema que cuesta cierto tiempo alcanzar. Por ello es mejor no interrumpir a una persona creativa cuando veas que, realmente, su mente no está en este mundo. Las interrupciones en estos momentos suelen frustrarles y mermar su productividad.
- Adoran los retos y en cada problema descubren una oportunidad: en otras ocasiones también he mencionado la importancia de nutrirse experiencial y culturalmente para potenciar nuestra creatividad, que es, en gran parte, la capacidad de establecer nuevos vínculos entre elementos existentes aparentemente inconexos. Por ello, la especie creativa disfruta asumiendo nuevos retos e incluso dando solución a los problemas, observándolos como una oportunidad.
- Asumen riesgos y siempre están en búsqueda de nuevas experiencias: todo cambio, independientemente del terreno en el que se produzca, puede provocar cierto vértigo y miedo a los riesgos que pueda entrañar. Las personas creativas disfrutan de esta sensación y la adrenalina que ocasiona, por ello no temen a asumir riesgos. Les apasionan los cambios y son cazadores de nuevas e inspiradoras experiencias.
- Desarrollan su resiliencia de una manera extraordinaria: el fracaso y el rechazo es uno de los inconvenientes a los que se enfrentan con frecuencia las personas altamente creativas. Equivocarnos forma parte de nuestra formación, por ello poseemos la capacidad de sobreponernos de nuestros problemas y errores con facilidad e incluso humor.
- Son curiosos y observadores por naturaleza: su sed de conocimiento no conoce límites, pues como hemos mencionado, la capacidad creativa se nutre de nuestra experiencia y sabiduría. Además, prestan especial atención a estímulos que para otros pasan desapercibidos, descubriendo así los mejores insights y conceptos publicitarios.
- Pierden la noción del tiempo con facilidad: la extrema concentración de la que hemos hablado en puntos anteriores, así como el disfrute y la pasión que sienten por su profesión, lleva a las personas creativas a no percibir el paso de las horas cuando se enfrascan en un proyecto. Esto genera que a menudo se sientan sorprendidos al mirar el reloj o, en el peor de los casos, cuando reciben la llamada de alguien con quien habían quedado y lleva tiempo esperando.
- Tienen una mente siempre activa, alimentada por altas dosis de motivación: las personas que trabajan en creatividad se mueven por pura vocación, por ello cada día se levantan con energía para afrontar su labor y su mente no puede para de trabajar hasta que no se van a dormir y, en ocasiones, ni siquiera en esos momentos. ¿Cuántas veces has saltado de la cama ante la aparición de esa idea que llevabas todo el día buscando?
Imagen cortesía Shutterstock
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