Aviso: El siguiente texto no pretende ser una lista para personas desesperadas que “buscan ser creativos”. Este escrito sólo contiene algunas anécdotas del departamento creativo de una agencia de publicidad. Se recomienda discreción y no intentar esto en casa, puede ser peligroso.
Seguramente si eres creativo en el mundo de la publicidad o estás estudiando la universidad. Te has dado cuenta de que en algunas librerías venden textos que prometen darle solución a tu falta de creatividad. Tal como si fuera un infomercial, te ofrecen la oportunidad de ganarte un Cannes con tan sólo leer 10 capítulos en una sentada. Y será entonces que te darás cuenta que gastaste tu dinero en vano, te lo digo por experiencia, me he arrepentido miles de veces por comprar esos “libros milagro” con la esperanza de descubrir el hilo negro de la creatividad. Creo que es mejor idea leer un best seller, vaya hasta el TVyNovelas o un libro de superación personal con tal de desbloquear tu pensamiento creativo. Bueno, tal vez no a ese nivel. Pero si empaparte de otras cosas. Es normal que un día despiertes y tengas esa nube gris que no te permita pensar ideas diferentes. Apostaría el Cannes que no tengo, que hasta el mejor Director Creativo le paso alguna vez en su vida. Lo que no es normal es creer que esa inspiración va llegar de la nada, que la vas encontrar sentado frente a la computadora o que por estar viendo videos en Youtube se te va ocurrir algo chingón. En mi corta experiencia en esta industria me he dado cuenta que las mejores ideas llegan de la interacción con las personas, de la observación detallada de los problemas y también un poco de la inspiración de las cosas que ya se han hecho antes. En la universidad tenía un amigo que cada que teníamos una campaña ficticia me invitaba a salir a tomarnos una cerveza a alguna cantina de la Ciudad de México. La que fuera, no importaba cuál. Lo que necesitábamos era platicar con la gente real, robarles sus preocupaciones, sus pasiones, aspiraciones, necesidades y uno que otro miedo para hacer una campaña inspirada en ellos. Creo que ahí radica la efectividad de las campañas, si te das cuenta los mensajes que recuerdan los consumidores son aquellos que están inspirados en ellos (Emperador en la etapa de “Edgar se cae”, Ford con “Y la cheyenne apa”, Bachoco con su “Huevo con frijol”, Saladitas con “Las saladitas son horneadas” y Tecate con “Es fácil ser hombre”). Son sólo algunos ejemplos de campañas inspiradas en la gente real. Así que, si a mí alguien me preguntara, ¿de dónde se inspiran los creativos?, yo respondería “De todos lados”. Porque a pesar de que cada creativo tiene su forma de pensamiento, considero que al final todos somos ladrones de signos, todo el tiempo estamos viendo que nos robamos de la cultura para transformarlo y entregarlo en forma de idea. Sí realmente quieres invertir tu dinero en algo que extienda tus habilidades creativas, gástalo en algo que no esté relacionado con la publicidad. Vete a escuchar un día un Stand up comedy, vete de vacaciones a un lugar distinto, hazte miembro de una comuna hippie, escucha todo tipo de música, ve películas malas y buenas. Haz lo que sea con tal de inspirarte, con tal de que esa buena idea te encuentre en donde menos lo esperas. Reportando desde mi cuartel Gracias por leer “La trinchera del Trainee” AUTOR Rafael Zacarías Copy Trainee en Saatchi & Saatchi México Imagen cortesía Shutterstock
Comentarios