Frida Sofía: El derrumbe de la credibilidad periodística de Noticieros Televisa

«Tienes que tomar la decisión de si quieres formar parte de la historia, o prefieres estar aquí para grabar la historia». – Max Brackett (Dustin Hoffman). Mad City, 1997.

La vida a veces parece estar vestida de ironía para poner a prueba nuestros sentidos y nuestra resistencia como seres humanos. Tuvieron que pasar 32 años para que, en la misma fecha y en el mismo mes, los mexicanos volviéramos a unirnos como hermanos ante una tragedia. El 19 de septiembre de 1985 un terremoto de 8.1 grados en potencia de Magnitud de Momento (Mw)(Huffingtonpost, 2017), devastó la Ciudad de México. Edificios cayeron, cientos de personas murieron y otras tantas desaparecieron. La valentía de la sociedad mexicana surgió de los escombros con una fuerza casi comparable a la del terremoto, para ayudar a las personas que quedaron sepultadas bajo los escombros. Ese día los mexicanos dieron una muestra de lo que puede hacer la unión de su sociedad por los demás. El pasado martes 19 de septiembre de 2017 se cumplían 32 años de esta tragedia y como si de un capricho de la vida se tratara, revivimos la angustia, el dolor y el terror de un terremoto en carne propia. Un sismo de 7.1 grados en potencia Mw, sacudió la tierra dejando a su paso daños irreparables, entre muertes y derrumbes que reabrieron las cicatrices de un profundo dolor que parecía superado desde hace 32 años. Como casi siempre pasa en este tipo de situaciones los medios de comunicación se volcaron para hacer cobertura del terrible hecho. Periódicos, revistas, todas las redes sociales, la radio, la televisión, medios independientes y un sinfín de vías de comunicación surgieron al momento con el objetivo de mantener informada a la gente de lo que ocurría, tanto en la ciudad de México como en Morelos y Puebla, que son los lugares más afectados por el siniestro. Para no perder la costumbre y como hace 32 años, Televisa volvió a hacer gala de su equipo de reporteros montando una cobertura de todo el día, eliminando la programación habitual de su canal principal “Las estrellas”. Lo mismo ocurría en Tv Azteca y la “nueva” cadena Imagen Televisión. Por primera vez teníamos tres frentes para seguir la noticia, tres puntos de opinión con diferencias abismales, algo que en 1985 no ocurría pues fue Jacobo Zabludovsky (Debate, 2016) el único que informó minuto a minuto lo que pasaba en las calles de la Ciudad de México. Para Televisa, Morelos y Puebla pasaron a segundo término si de relevancia se trata. Hasta cierto punto es válida la postura de dar prioridad a lo que acontecía en México pues su matriz se encuentra ahí y es más fácil trasladarse a las zonas de desastre para tener certeza de lo que ocurría en esos momentos. Los derrumbes dentro de la gran ciudad se hicieron noticia al minuto pero hubo uno que, sin temor a equivocarme, fue el que más afectó a la gente que seguía la cobertura del sismo. La escuela Enrique Rébsamen se había derrumbado con niños de kinder, primaria y secundaria dentro de sus instalaciones. Los números fatales eran inciertos y los trabajos de rescate comenzaron casi al instante de que la tierra dejó de moverse. La movilización de civiles y rescatistas fue impresionante, había niños bajo los escombros y el tiempo era factor para saber si era posible rescatarlos con vida. El caso del Colegio Rébsamen se convirtió en el más mediático dadas las circunstancias del derrumbe, porque las víctimas eran niños de entre 4 y 13 años de edad. Analicemos como fue que de una noticia trágica pasamos a ver en nuestra televisión una telenovela al más puro estilo de Televisa. Danielle Dithurbide se convirtió en la vocera y principal fuente de información dentro de la zona del derrumbe, a pesar de que TV Azteca e Imagen Televisión también tenían cobertura del evento, solo el equipo de “Las Estrellas” tuvo oportunidad de estar en el puesto de mando de la Marina Armada de México. Toda la información dada a conocer al público por Dithurbide venía directamente de voz del almirante José Luis Vergara Ibarra de la Marina. Roastbrief - DITHURBIDE En un punto de la cobertura, uno de los rescatistas dio aviso de que entre los escombros había una niña con la que ya habían tenido contacto. Les dijo que tenía sed y que su nombre era Frida. La esperanza de verla salir en cadena nacional, de entre los escombros creció sin medida. Por la noche, no solo el nombre de la niña había mutado al de Frida Sofía sino que se reportaba que la niña había tenido contacto nuevamente con los brigadistas alertándolos de que se encontraba debajo de una mesa de granito en compañía de 5 niños más, presumiblemente con vida. Las emociones rebasaron notablemente a la reportera, rompiendo en llanto con la noticia, aunado al sentimiento de terror y pánico provocado por el siniestro ocurrido 24 horas antes. La mayoría de las personas esperaban ilusionadas el rescate de Frida Sofía. La cuestión es que, conforme las horas pasaron, no había indicios del posible rescate solo había la certeza de que el cuerpo de una mujer había sido rescatado y pertenecía a una maestra de la escuela pero los niños seguían ahí dentro. Las contradicciones aparecieron, algunos rescatistas solicitaban material mientras elementos de la Marina aseguraban tener todo bajo control y lo peor vino cuando Aurelio Nuño, Secretario de Educación declaró que no existía contacto con los padres de la niña y que al momento, nadie había preguntado por ella. Esto cimbró las redes sociales y puso en entredicho lo que veíamos en televisión. La noche transcurrió sin novedad y no fue hasta la mañana del jueves 22 de septiembre que, corroborando las listas de alumnos registrados en el Colegio, TV Azteca dio a conocer la inexistencia de una niña llamada Frida Sofía en las listas de cotejo y para rematar cerca de la 1:00 de la tarde de ese día, el subsecretario de la Marina Enrique Sarmiento Beltrán en “rueda de prensa” con medios de comunicación declaró:

“Con base a los equipos que tenemos de los medios de rescate, hay indicios de que posiblemente halla una persona con vida, pero no se sabe si es un trabajador, un niño o un profesor (…) Queremos puntualizar que sobre la versión que se sacó con el nombre de una niña que no tenemos conocimiento. Nosotros nunca tuvimos conocimiento de esa versión (…) Estamos seguros de que no fue una realidad, puesto que se corroboró con educación pública, con la delegación y con la escuela, y la totalidad de los niños o están en el hospital, algunos lamentablemente fallecieron, y los demás están sanos y salvos en sus casas” (Minuto Uno, 2017).

Fue en ese momento que todo se reveló: Frida Sofía nunca existió. Existen muchas aristas para analizar esta situación, comenzando por la falta de objetividad de Danielle Dithurbide ante el derrumbe en el Colegio. No estoy dudando de su ética periodística pues me parece una persona sumamente profesional, creo más bien que lo ocurrido aquel día tuvo mucho que ver con las emociones. 24 horas de estar ahí, de vivir en carne propia lo que ocurría y la posible ilusión de salvar más vidas es algo que no cualquiera puede controlar. Danielle fue víctima de sus emociones. La Marina Armada de México es quizás la parte más compleja de esto, dudar de la veracidad de la información proporcionada por el máximo órgano al frente del rescate en el Rébsamen era algo casi imposible. Sin embargo, uno de los principales problemas de este tema es la existencia de muchísimas líneas de información desde los voluntarios que se encontraban en las inmediaciones del colegio, los mismos rescatistas de la Marina y hasta los altos mandos de esta, crearon infinidad de mensajes distorsionados. Nunca hubo un vocero oficial del equipo de rescatistas, no había una voz autorizada para verificar o desmentir información, sólo Dithurbide y los almirantes en turno mismos que fallaron en su manejo de comunicación y ocasionaron toda una confusión, pues ninguna información dada coincidía con lo que decían los demás y menos con lo que declaraba Aurelio Nuño para Televisa, quién desconocía la existencia de los padres de Frida Sofía. Lo más vergonzoso del caso fue cuando la Marina, por la noche salió a disculparse por la mala información asegurando que no buscaban crear confusión. ¿A caso estaban forzados a dar la cara?. Televisa y los medios de comunicación son la parte más polémica de este embrollo. Es fácil arremeter contra Televisa y decir que todo fue culpa de ellos. Sí, es válido; pues gran parte de la confusión vino desde que la cobertura se centró única y exclusivamente en el rescate del Rébsamen dejando de lado las afectaciones en Morelos y Puebla que eran también bastante graves. Focalizar la atención a este evento provocó expectativa en el público que pasó dos días sin despegarse de la transmisión y que, cuando las contradicciones aparecieron fueron los primeros en darse cuenta que algo estaba pasando. Creo también que el inundar de marcas de agua su transmisión es otro tema controversial pues más allá de buscar informar a la gente en realidad parecía que buscaban la exclusiva como si de una nota de sociales se tratara. Las redes sociales jugaron un papel importante entorno al caso, destaco el gran trabajo que hizo el usuario @Densho quien convirtió su timeline de Twitter en una fuente de lo ocurrido minuto a minuto en el Colegio Rébsamen y que muchísimos usuarios de esta red utilizaron para no enfrascarse en la confusión que ocurría en Televisa. Sin duda la tecnología fue clave en este sismo y ayudó a que los flujos de comunicación fueran utilizados de la mejor manera posible. Al final, esta distracción no fue más grande que las muestra de solidaridad de todo México. Existieron y seguirán existiendo cosas más importantes que el mito de una niña que pedía agua entre los escombros. Sea lo que sea que la Marina buscaba ocultar lo logró, solo el tiempo dirá si todo lo visto fue un montaje o un mal manejo de la información. La verdadera preocupación de Televisa en estos momentos debe ser recuperar su credibilidad perdida en los escombros de un mito llamado Frida Sofía. NOTA: Me gustaría recomendarles dos películas que ayudarían a entender el fenómeno de Frida Sofía de una manera un poco más amplia. La primera es Mad City (El Cuarto Poder) con Dustin Hoffman y Jhon Travolta y Wag the dog (La Cortina de Humo) con Robert De Niro y Dustin Hoffman. Les mando un fuerte abrazo, de corazón espero se encuentren con bien y con un poco de paz ¡Mucha fuerza México!. FUENTES: Redacción (2017) INFOGRAFÍA. Terremoto del 19 de septiembre: 1985 vs 2017. The Huffington Post México. Recuperado de: http://www.huffingtonpost.com.mx/2017/09/23/terremoto-del-19-de-septiembre-1985-vs-2017_a_23220573/ Redacción (2017) Se reveló el misterio en México: Frida Sofía no existe y todo el país está indignado. Minuto Uno. Recuperado de: https://www.minutouno.com/notas/3041165-se-revelo-el-misterio-mexico-frida-sofia-no-existe-y-todo-el-pais-esta-indignado Vargas, E. (2017) Más que errores: Danielle Dithurbide, Televisa y la cobertura de ‘Frida Sofía’ bajo la lupa. Clases De Periodismo. Recuperado de: http://www.clasesdeperiodismo.com/2017/09/21/mas-que-errores-danielle-dithurbide-televisa-y-la-cobertura-de-frida-sofia-bajo-la-lupa/#.WcTqAh_8HNM.facebook Inzunza, F. (2016) Cuando Jacobo Zabludovsky narró el terremoto de 1985. Debate. Recuperado de: https://www.debate.com.mx/show/Cuando-Jacobo-Zabludovsky-narro-el-terremoto-de-1985-20160919-0035.html

AUTOR
Juan Carlos Jiménez Fernández
Soy comunicólogo porque futbolistas y músicos ya había muchos.
Amante de los cómics y los videojuegos. Escribo porque creo que es una de las formas más honestas de expresar lo que piensas. Contacto: jcjf022@gmail.com

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