Content, content everywhere
El contenido hoy en día está de moda pero es algo que nos ha tocado desde siempre: en su definición más amplia nos da un espectro muy grande ya que puede ir, por ejemplo, desde películas, programas de TV, noticias, etc. Esta palabra está siempre a nuestro alrededor.
Nuestra forma de aprender: con contenido
Desde el inicio de nuestras vidas aprendemos por medio del “content”. Interactuamos con documentales, videos, libros o la televisión. Hoy con teléfonos y tabletas; las computadoras ya son muy oldschool.
Las cosas las vamos poniendo en contexto, incluso sin conocerlas previamente, por medio del contenido. Es así como aprendemos, como nuestros padres y abuelos nos enseñaron. Un buen ejemplo de hace unos 20 años (o más) son los comerciales de McDonalds que nos daban lecciones de como decir «gracias y por favor» o ser más limpios poniendo la basura en su lugar.
El contenido nos mueve.
Así es. El mejor contenido nos inspira, nos lleva a la acción.
Otro claro ejemplo de esto, no comercial en este caso pero sí poderoso en la historia de la humanidad es el de Martin Luther King. El doctor en cuestión dio, en los 60, discursos que movieron toda una nación en la búsqueda a la igualdad de derechos.
Otro caso es el de Harvey Milk. Curiosamente, ambos casos sirvieron luego para la creación de películas, o sea, su contenido fue fuente de inspiración para más contenido. El señor Milk aparece en la pantalla grande en un momento importante de inicios de este siglo 21, y de ahí, se puede desprender mucho de lo que vemos hoy por la igualdad de las parejas del mismo sexo.
Podríamos decir que contamos una historia sin haber estado ahí por medio del “content”.
Cambiemos la manera en que contamos las historias.
Las marcas que están cambiando su “storytelling” están logrando cosas que antes no lo imaginaron.
¿Cuándo pensamos que una bebida energética nos iba a tener pendientes del lanzamiento de un hombre desde el espacio? Si vemos el caso, lo hicieron dos veces: la primera lo cancelaron y la segunda lo cumplieron. Los niveles de audiencia superaron más de lo que creían.
Hoy, la NASA tiene a un publicista como asesor para contar sus historias. Imagino, no lo sé a ciencia cierta mas solo lo que he leído por ahí, que sus niveles de audiencia han bajado. Ya no es “emocionante” ver el despegue de un cohete.
Las empresas, compañías y marcas que se animen al cambio, serán las que marquen el campo de juego. Hoy más que nunca buscamos entretenimiento donde sea. 92% de las marcas han incrementado su presupuesto a la generación de contenido, no de post en Facebook o Instagram, sino, contenido de valor. Contenido que mueva, que cambie el status quo de las personas para quedarse en su mente.
No es nuevo.
Contamos historias para que las personas hagamos algo, nos movilicemos y esto desde hace muchos años, y no con la aparición de Facebook como muchos “expertos” creen. Hemos ido al punto de dar información y el conocimiento a las personas en el momento de la compra con tal de recibir una acción de ellos a cambio.
Caso de neumáticos.
En Francia dos hermanos compraron una compañía de neumáticos durante la revolución industrial. El problema era la demanda: la cantidad de propietarios será muy baja ya que no se tenía a dónde ir.
Los hermanos decidieron crear una guía, con el nombre de su marca, dando a los parisinos 3,000 razones para conducir su vehículo y salir de La Ciudad de la Luz.
Una compañía creó una guía, algo que no tenía nada que ver con neumáticos, dando a través del contenido una razón a sus consumidores para conducir.
Imagino conoce el apellido de los hermanos: Michelin.
Contenido de valor y conversión.
Creamos necesidades por un producto o servicio, nuestra esencia en el negocio y esto a base de contenido.
El objetivo del contenido de marketing siempre será el mismo: conseguir que el consumidor realice esa acción que buscamos, hoy tangible en reacciones, shares o comentarios (mas no aprovechados), y el caso más elevado LA compra.
Sí, es correcto, este entretenimiento puede generar niveles muy altos de engagement, mas su más alto potencial será cuando logre una acción que nos brinde un resultado tangible de negocio.
No soy creyente de generar contenido que solo mueva las redes de manera positiva o negativa. La idea debe ser mover a las personas.
El contenido relevante se puede encontrar, consumirse, compartirse e inspirar a la acción. ¿Quiere una fórmula? La acaba de leer. Esta es la manera en que podemos culminar en un eCommerce o registrados en un CRM. El contenido de valor debe inspirar a las personas a hacer cualquier cosa.
La Estrategia correcta
Viral es un adjetivo, no un sustantivo y por ende viralidad es un resultado, no una estrategia. El contenido es una de las muchas herramientas de marketing a nuestra disposición.
¿Queremos que las personas hagan algo o vaya hacia un sitio? Se debe crear calidad, contenido de calidad que satisfaga las necesidades y no generarlo solo para llenar espacios vacíos en un plan de mercadeo.
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