Contar historias al momento de hacer publicidad para cualquier medio se ha convertido, de acuerdo con las agencias, en la herramienta perfecta para transmitir experiencias. Pero, ¿qué elementos debe incluir nuestra campaña para que de verdad se considere una iniciativa que transmita emociones?, ¿quiénes pueden hacerlo?, ¿qué logramos?
Ya no escuchamos, vemos o leemos comerciales que secamente prometan que si compras el producto o servicio X obtendrás una ventaja significativa; como acceder a otro status social; sino que a través de dicho producto o servicios podrás vivir o apreciar algo especial; consumo comida orgánica libre de gluten que protege mi nutrición, por lo tanto, seré una persona más saludable y feliz.
En publicidad el éxito del storytelling depende de la veracidad de la historia, el lenguaje que utilice, mensajes dirigidos en dos líneas a públicos específicos y al público en general (evitar la discriminación), el timing en la presentación y duración, manejo de los protagonistas y de la promesa de venta.
Quien se decide a contar una historia con el propósito de vender algo debe contar con el respeto y la admiración de su público meta, ya que nada funcionara si su esencia es absurda o incoherente. Una historia bien hecha mantiene una introducción, un desarrollo y un desenlace; esta formalidad permite al autor jugar con la trama y darle un giro narrativo o periodístico que intensifique el ritmo de la obra.
Si bien en el mundo todos somos diferentes, entre nosotros mismos vamos generando cierto tipo de vínculos por los cuales hacemos y mantenemos amistades, desarrollamos cierta personalidad o simplemente nos sentimos más cómodos. Para contar una historia es indispensable llegar a todos y a unos cuentos.
La tendencia en el deber ser de la población rechaza cualquier tipo de prejuicio; quien redacta un storytelling debe hablar a la sociedad en general y al mismo tiempo debe enfocarse en su público meta. Esta primicia debe lograrse a través de los diferentes tipos de lenguaje.
El lenguaje en el storytelling se convierte así en la conexión que debe existir entre protagonistas y promesa de venta. Para que esta tercia sea un éxito debe afrontar en un guión situaciones de vida que quizás podrían resolverse con el producto o servicio que estamos poniendo en venta, además como resultado es recomendable rescate un valor o experiencia.
La iniciativa está en boga, hoy en día la utilizan desde las principales marcas hasta los anuncios más pequeños en redes, pero el punto no es usarla sino saber emplearla, ya que un storytelling bien hecho, puede ser recordado por generaciones o convertirse en punto de referencia.
AUTOR Ana Laura Guzmán Ha colaborado como periodista, locutora y editora de medios nacionales, ha sido funcionaria de gobierno federal en áreas de comunicación y asuntos internacionales, ahora y desde hace 6 años enfoca todos sus esfuerzos a la creación de estrategias de comunicación para diversas agencias, actualmente es Directora General de la agencia Brain Fit.
Comentarios