Corría el año de 1979, en alguna parte de las oficinas de la desarrolladora del mítico juego “Adventure” se encontraba Warren Robinnet, diseñador de software de computación gráfica, se le ocurría una gran idea, que se volvería uno de los acontecimientos que actualmente los curiosos gamers celebran con tanta felicidad: incluir su nombre en una habitación oculta para ser descubierto por los jugadores que encontrarán este lugar secreto. En una de las catacumbas del juego, encontrábamos en una pared del fondo, un pequeño punto gris que se podía usar para convertir una pared en invisible y poder acceder a la habitación secreta:
Adventure está considerado el primer juego de acción-aventura de la historia, y vendió millones de copias (aunque sus gráficos nos parezcan un tanto… risibles), alcanzando el séptimo puesto de títulos más vendidos en la historia de la consola Atari 2600.
Toda compañía tiene su lado oscuro, lamentablemente Atari tenía la fama de tener pésimas condiciones laborales con sus trabajadores. Los programadores no sólo no tenían derecho a sus royalties por sus creaciones, sino que se les prohibía firmar de ninguna manera sus obras. Por lo que Robinnet buscó solución a los abusos de la compañía y decidió firmar su obra de ese inusual modo. Su idea se convirtió en el primer huevo de pascua de un videojuego. Atari publicó Adventure sin saber que escondía el nombre de su creador.
La compañía descubrió esto cuando un joven de 15 años de Salt Lake City muy confuso envió una carta a la compañía detallando cómo encontró la habitación con el nombre y preguntando qué significaba, resulta que la carta la recibió el nuevo diseñador jefe de Atari, Steve Wright y le pareció una ocurrencia muy ingeniosa. Wright dijo que la idea de esconder referencias secretas en el juego le parecía como los huevos de chocolate que los niños buscan en la mañana de pascua. Aunque poco después, Atari se hundió. Pero el concepto de huevo de pascua sobrevivió y se convirtió en un juego habitual entre los programadores y los usuarios.
Con el tiempo los huevos de pascua (easter eggs) se hicieron una constante en el mundo de los videojuegos, abarcando todo tipo de características peculiares; desde bromas o guiños a otros videojuegos o a personajes populares, hasta las características ocultas que nos permiten realizar acciones poco habituales en el juego, como suelo decir, la imaginación (de los programadores en este caso) no tiene límites.
Dos de las compañías que más han destacado por la inclusión de huevos de pascua en sus juegos han sido LucasArts y Sierra On-line. Muchos de sus títulos de las dos grandes compañías de la edad de oro de las aventuras gráficas, están plagados de huevos de pascua que podemos encontrar durante la partida si sabemos dónde buscar. Siendo en la mayoría de ocasiones bromas divertidas con el típico humor de ambas compañías.
El easter egg que me hizo pasar un mal rato fue el jefe de la saga de Kojima, Metal Gear Solid; Psycho Mantis. Independientemente que los jefes finales hacían que el juego de Kojima alcanzara cotas épicas, en este huevo de pascua, Psycho Mantis tenía la capacidad de leer nuestra memory card y borrarnos algún archivo. Si teníamos una partida guardada de Castlevania Symphony of The Night (imposible no haber jugado en aquellos tiempos esa obra maestra). Nos preguntaba si nos gustaba dicho juego. (En mi caso llegó a borrar mis partidas del Castlevania y del Metal Gear Solid :c)
Somos conscientes de que hay centenares de huevos de pascua repartidos por los videojuegos que han salido durante estos más de 35 años desde que en Adventure se introdujera el primero de todos ellos. Realmente nos podríamos echar un par de horas en hablar desde los más graciosos y divertidos hasta los más abstractos y extraños del medio. Cada uno de los creativos responsables de estos huevos de pascua tiene su estilo. Pero la finalidad es la misma, causar emoción al jugar al encontrar uno de estos.
AUTOR Carlos Téllez
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