Entre los tantos lugares donde hoy se puede hacer publicidad, uno de los más atractivos por las posibilidades que ofrece es el interior de los aviones. Una de las razones, desde luego, es que el público está casi obligado a ver nuestra publicidad. Otra es que el mismo ámbito brinda una gran ocasión para hacer algo bueno y creativo.
Sin embargo, y como ya deberíamos saber, esto no nos da la libertad de decir lo que se nos ocurra. Un buen ejemplo de ello es la reciente acción de Coca-Cola Diet en vuelos de la aerolínea Delta, en los Estados Unidos. El mensaje estaba en las servilletas de a bordo, e invitaba a los pasajeros a entregar su número de teléfono a sus compañeros de vuelo que les resultaran atractivos. La traducción aproximada del mensaje era: “Vuelve a la vieja escuela. Escribe tu número y dáselo al que te guste en el avión… Nunca se sabe.”
Del otro lado de la servilleta se insistía con la idea: “Porque estás en un avión con gente interesante y bueno… uno nunca sabe.” La reacción de los pasajeros ante esta acción fue bastante lógica: llenaron las redes sociales de quejas. Opinaron que el consejo dado por Coca-Cola estaba absolutamente fuera de lugar, les pareció extraño, perturbador y, en algún caso, hasta escalofriante. Todos estuvieron de acuerdo en que nadie quiere números de teléfono no solicitados.
También de manera muy lógica, la aerolínea y la gaseosa decidieron retirar las servilletas de circulación, admitiendo su error y pidiendo disculpas a quienes se hubieran sentido ofendidos. Lo que más llama la atención es que este mensaje haya sido aprobado por un montón de gente (como seguramente ocurrió) y a nadie se le haya cruzado por la mente que pudiera resultar polémico. ¿O no?
(Fuente: tn.com.ar)
Comentarios