No puedo ocultar mi total frustración contra los “millennials”. De su vida en general pueden hacer un papalote, pero en cuestión laboral, son un asco.
Lo más probable es que este sentimiento tan negativo tenga mucho que ver con mi edad, pues la molestia es compartida por muchos conocidos de la misma generación, a todos nos parece absurdo el comportamiento que tienen ante el trabajo, básicamente “les vale madre”. No hablo de su sobrevaluado emprendimiento, ojalá todos tengan éxito y logren un cambio en la macroeconomía; tampoco hablo de su empeño en cambiar los sistemas (ellos creen que son lo primeros en intentarlo…); respeto sus posturas ecológicas (que son muy parecidas al New Age de los 70). Con lo que no puedo es con su poca responsabilidad ante un trabajo: se les da una cita para una entrevista y simplemente no van ¿les cuesta mucho trabajo cancelarla o decir que no están interesados? Entiendo que su comunicación se limita a emojis, pero pueden hacer un esfuerzo por escribir cuatro palabras “lo siento, no asistiré” (hasta podríamos entender que el mensaje fuera de dos palabras “no asistiré”). Trabajar ocho horas en una oficina no creo que sea parte de un régimen opresor, ya sé que saldrán con el tema del “Home Office”, pero está comprobado que cuando se hace eso trabajan más y yo puedo asegurar que socializan menos.
Creí que el comportamiento se debía a su desdén por ser Convey una agencia “no famosa”, pero platicando con un director de una de las agencias más grandes en México, me decía que sufría de lo mismo. Entonces pensé que era una característica del medio publicitario, pero uno de los dueños de un importante despacho contable, me aseguró que no eran los publicistas, que el veía el mismo comportamiento en contadores, administradores y economistas. Lo mismo me dijo una investigadora sobre los médicos.
Dicen que los “centennials” viene a barrer con esta generación. Algunos me han aconsejado dejar de insistir en buscar gente de esta generación y confiar más en la gente joven. Me parece un acierto, espero que no hagan una protesta digital (la única forma que conocen para expresar su molestia) cuando en los anuncios de trabajo se especifique “Se solicita XXX, Millennials abstenerse”.
AUTOR Miguel Carrillo Director de Convey Publicidad
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