El próximo mes de octubre se estrenará en Facebook Watch, la plataforma de red social para series, Limetown estelarizada por Jessica Biel en el papel de Lía Haddock, una periodista de la estación American Public Radio, una estación pública ficticia de radio. Lía comienza a investigar acerca de la desaparición de la población entera de un lugar llamado Limetown. El hecho sucedió diez años antes cuando Lía era una adolescente. Parte de la investigación que tanto atrae a Lía, es que existe una relación entre ella y uno de los desaparecidos. Emile Haddock, tío de Lía. Limetown era un pueblo utópico al parecer, creado por una empresa de tecnología, para sus trabajadores. Sin embargo, Limetown era también la pantalla de un secreto acerca de experimentación con seres humanos.
Algo relevante es que la serie está basada en un exitoso podcast del mismo nombre que consta de dos temporadas y que se puede encontrar en cualquiera de las plataformas de audio que existen en Internet.
Limetown se estrenó en julio de 2015. La primera temporada constó de seis capítulos, además de materiales adicionales, por ejemplo; mensajes aclaratorios de la estación radiofónica.
La segunda temporada se estrenó hace un año y consta de 5 capítulos, y materiales extras, que complementan la primera temporada de una manera mucho más siniestra e inteligente de lo que se puede esperar.
Limetown es una serie brillante, bien escrita, bien actuada, mejor dirigida y muy bien planteada. Las “limitaciones” del formato es algo de lo que están conscientes los autores, pero también tienen muy claro los beneficios que un formato auditivo les otorga.
Limetown fue creado por Zack Ackers y Skip Bronkie, teniendo en mente uno de los formatos más exitosos de los medios de comunicación masiva: la radionovela, con las limitantes que dos jóvenes sin medios económicos para llevar a cabo un piloto para televisión con las necesidades visuales que una serie como Limetown debe tener, es este formato el mejor y al que se le puede sacar el mejor provecho desde el punto de producción, la segunda temporada se encarga de que el personaje principal viaje por todo el mundo. Para acentuar la fuerza narrativa de Limetown radica la utilización de actores y al cuidado de una extraordinaria producción que crea las atmósferas necesarias para dar la veracidad obligada para la historia. Ackers y Bronkie crearon su propia empresa llamada Two Up que es la productora de Limetown y otros nuevos proyectos, entre los que resalta un podcast musical.
Limetown no sólo es un podcast y una serie, el escritor Cote Smith bajo la supervisión y aportaciones de Ackers y Bronkie escribió una precuela en formato de novela titulada también Limetown. Esto no es nuevo y otros podcasts lo han hecho (Welcome to Nightvale, uno de los más absurdos y divertidos podcasts que existen también ha publicado novelas y los guiones que han escrito a lo largo de los años de producción y así otros). Realizando productos que abarcan diferentes medios y plataformas, algo que les da un valor agregado, creando mayores audiencias y más involucradas con la historia. Existe una información que Welcome to Night Vale está siendo escrito y adaptado para televisión por Sony Pictures Television.
A diferencia de la aceptación de Limetown de sus “limitaciones” en materia de producción que más bien son sus opciones, existe otro podcast muy pretencioso y, por lo tanto, aburrido tipo radio novela que se llama Tanis, y que sin empacho se promociona de manera arrogante como Televisión para sus oídos. Los productores no parecen saber que los relatos orales son anteriores a la televisión, incluso a la radio y a los libros. Yo les recomiendo alejarse de ese, escuchar Limetown y si les gusta prepararse para la serie en Facebook Watch y poder decidir si la imagen es capaz de mantener el suspenso y las acciones del podcast.
TUNDIDO.
A manera de aparte, quiero agradecer a todos aquellos que a través de twitter me tundieron e hicieron saber hace dos semanas, que a ellos si les gusta el video de Hasta los dientes, en el entendido que una de las ideas esenciales de cualquier diálogo, conversación, discusión o desacuerdo se encuentra en el respeto del otro y el espíritu de la democracia. Aclaro que —para mí— el hecho de que una obra sea ganadora de cualquier premio no es demostración de nada. Los premios sirven para satisfacer egos y conseguir patrocinios para un nuevo proyecto lo que no tiene nada de malo, a veces estos premios son muy bien merecidos, otras no. La vida y el valor de cualquier obra la da el tiempo y todos los demás, incluidos mis textos de opinión sobre series, documentales, libros y cualquier producto del crear humano únicamente refleja mis gustos y en ocasiones –como en el texto de arriba– mi entusiasmo por compartir el descubrimiento y en otros como en el caso de Hasta los dientes mi decepción. A los que se valen del insulto y de la calumnia gratuita les deseo que algún día sean felices, pero más importante sean congruentes con ustedes mismos y entiendan los conceptos de democracia, libertad de pensamiento y expresión, así como el que la libertad que tenemos de disentir y de decir: No me gusta. No implica una opinión pagada. Tal vez piensa el león que todos son de su condición. De cualquier manera, gracias por la publicidad.
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