¿Alguien habrá demandado alguna vez a Coca-Cola porque no lo “refrescó mejor”? ¿O a Adidas cuando descubrió que no es cierto que “imposible es nada”? ¿O a HBO por sostener que “no es TV, es HBO” cuando en realidad sí es TV? No lo sé, pero sospecho que no.
Sin embargo, alguien demandó a Red Bull porque no le dio alas. En serio. Sucedió en Canadá, donde un señor aseguró que después de tomar la bebida energizante que “te da alas”, se dio cuenta de que no había experimentado ningún tipo de mejora. Y, según parece, lo demostró. (Que se entienda: no es que el tipo protestó porque no tenía alas literales, sino que entendió la metáfora pero no notó esas “alas” que supuestamente otorga la bebida.)
La justicia canadiense le dio la razón al querellante, y condenó a la empresa a pagarle 850.000 dólares a manera de compensación. Pero Red Bull no le dará todo el dinero a esta sola persona; tendrá que pagarle 10 dólares a cada canadiense que se haya sentido estafado por su slogan entre 2007 y 2019. Increíblemente, no es la primera vez que sucede. En 2013 se presentó una demanda similar en los Estados Unidos, y en aquel momento Red Bull tuvo que pagar nada menos que 13 millones de dólares por realizar publicidad engañosa.
Conclusión: cuidado con las metáforas, gente. Y sobre todo, cuidado con la sobrepromesa.
(Fuente: Mariano Donadío, diario La Nación)
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