Si yo necesito vender ya, necesito impacto.
Válido para una promoción puntual -recomiendo ver el Gerente de Noblex, la mejor del último tiempo- pero si todo se reduce a eso, se limitan las posibilidades de que una marca tenga éxito.
Es la razón de las pésimas métricas de nuestra industria: el 76% de los nuevos productos fracasan en el primer año de vida.
A las personas no nos importaría nada que desaparecieran el 76% de las marcas. Así de sobre-ofertados, casi agobiados, nos sentimos.
Creo que sería hora de revisar algunos conceptos claves.
Una marca, para poder vender, tiene que diferenciarse. DI-FE-REN-CIA-SE. Es decir, encontrar atributos que sus competidores no tengan. Conviene empezar por el producto/ servicio que se quiere comunicar.
Hay que pasar mucho más tiempo con la oferta. Entenderla, vivir la experiencia, profundizar el journey (qué palabra de mierda, pero es la experiencia que tiene una persona cuando necesita algo y debe elegir entre marcas diferentes). Pocas veces se hace esto, y es tan clave. Si la marca tiene algún atributo diferencial en su producto/servicio eso es lo único que se debe comunicar hasta que se entienda y se viva. Esto se puede expresar de manera genial: «no somos los líderes, ni siquiera somos los segundos, es por eso que nos tenemos que esforzar más» El famoso WE TRY HARDER de AVIS. Si quieren un ejemplo más reciente, vean el caso Domino´s Pizza en USA.
Siempre hay algo nuevo que se puede hacer con la experiencia concreta de una marca. Siempre. No sean perezosos, busquen. Es bastante probable que sólo esto no baste.
Lo segundo, entonces, es entender la compañía. ¿Cómo es la compañía que fabrica/ ofrece el producto/servicio? ¿Cómo nació? ¿Para qué nació? ¿Cuáles fueron los ideales que la parieron? Me encanta esta parte. Suelo pasar muchísimo tiempo con la historia de la compañía. Se sorprenderán cómo se ha olvidado en la misma compañía la razón por la cual existe. Esto hoy se llama propósito. Y como se puso de moda, se extendió a casi todo.
Un poco de sentido común, gente.
La marca Patagonia tiene un propósito claro. El yogur Pirulo, probablemente, no. Saber para qué existe una marca, te sirve para hacer acciones concretas.
Se acabaron los versos. Las personas te exigen que primero hagas y después lo cuentes. Esta exigencia será cada vez más alta. Y cuando salgamos de esta cuarentena, vírgenes y depurados, no te digo nada.
PATAGONIA IS IN BUSINESS TO SAVE OUR HOME PLANET. ¿Te quedó claro? Por eso hasta te dice quiénes son los candidatos políticos que mejor agenda verde tienen y hasta te recomienda a quién deberías elegir. Pavada de compromiso, ¿no? (Cómo admiro a YVON CHOUNIARD y a PATAGONIA)
El propósito de una marca, define el tono con el que debe hablar. Hay un sentido de urgencia en cómo habla PATAGONIA, por ejemplo.
El tono es la forma de diferenciación más emocional que hay. Podés elegir una marca porque hace y dice lo mismo que las demás, pero te llega mejor.
LLEGAR MEJOR. Grabátelo.
Es tocar a las personas con tus mensajes. Traspasar la piel. Pocas marcas resuenan de esta forma. Gran oportunidad para que la tuya lo haga. El ABC del marketing y la comunicación es la diferenciación.
Creo que nuestra industria está tan confundida que lo ha olvidado. Y sólo intenta impactar a corto plazo. Estamos premiando eso. Por eso olvidamos los Grand Prix de Cannes cuando pasa el verano europeo. No es tan difícil trabajar bien para una marca.
Se empieza por entender qué es lo que hay que hacer y cómo se hace. La llamada universal de la competencia. A sus marcas…
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