- El rol del recurso humano va más allá de solo producir y seguir las reglas de la organización.
- Contribuirán a la proyección de tu marca y la construcción de una imagen positiva.
Antonio Vazquez Relaciones Públicas
“No hay dos palabras que sean más dañinas en nuestro idioma que buen trabajo”, decía J. K. Simmons en la película Whiplash del 2014, argumentando que la confianza que le sigue a esta singular frase es capaz de arruinar el trabajo de mucho tiempo, imposibilitando el crecimiento, pero, ¿qué hay de cierto en esto?
Lo que a continuación te platicaré tiene una perspectiva personal que con el paso de los años he compartido con muchos colegas en ámbito laboral.
Hace algún tiempo, cuando obtuve mi primer empleo como profesional de la publicidad y relaciones públicas descubrí el poder de un “buen trabajo” como incentivo verbal de un valor incalculable, lamentablemente este descubrimiento no se debió a la exclamación constante de esa frase ante los buenos resultados que obtenía nuestro equipo de trabajo, sino a su ausencia, que estoy seguro hubiese servido como combustible para incrementar la productividad.
Ojo, no hay que confundir las cosas, tener un ambiente de trabajo sano, una remuneración económica y prestaciones competentes hacen que las cosas funcionen, pero el reconocimiento no se compra, ni se alquila, se gana y se destaca.
Después de algunos años de tener la camiseta puesta y de enfrentarme a la constante descalificación del trabajo de un relacionista público – esto por el desconocimiento que nuestro líder tenía sobre esta profesión – decidí migrar a nuevos horizontes.
Con el viento a favor y las velas izadas emprendí un nuevo viaje que me llevaría a obtener el crecimiento profesional y personal que anhelaba, y así fue, las ligas mayores tenían una mejor vista. Durante mi desarrollo en este nuevo sitio de trabajo fueron los planes, protocolos y estrategias enfocadas al bienestar del recurso humano lo que más atrajo mi atención.
Como todo profesional que empezó desde cero, varios fueron los trabajos que albergaron mis ganas de crecer, lo cual además de experiencia también me otorgó perspectiva sobre la importancia del buen trato al recurso humano. Como dijera una persona muy cercana, “en la viña del señor hay de todo” y esto incluye desde líderes autoritarios que disfrutan de los roles y organigramas, hasta otros que se ponen la camiseta y trabajan en equipo sin importar el nivel.
En la actualidad toda marca que se jacte de tener recurso humano a su cargo tendrá como principal reto proveer su bienestar para que éste se convierta en el principal brand ambassadors o embajador de marca que se pueda tener.
Cuando se logra esta dualidad de roles la marca tiene parte del camino ganado, y es que muchas empresas pecan de “candil de la calle oscuridad de su casa”, como dijeran las abuelas, es decir, se busca el bienestar y la aceptación de los públicos externos sin dar importancia a los que están dentro de la organización. Hacer que tus empleados crean en ti por convicción propia y no por obligación es un verdadero triunfo.
Beneficios de fidelizar a tus colaboradores
La importancia y trato que reciba tu recurso humano debe formar parte de una estrategia de employer branding o marca empleadora, la cual se encargará de atraer y retener al mejor talento para colaborar mano a mano en el crecimiento de tu organización.
Tu employer branding aunado a un plan de relaciones públicas internas contribuirán a la proyección de tu marca y la construcción de una imagen positiva en la mente de tus exempleados, empleados y los que están por venir. El rol del talento humano va más allá de solo producir y seguir las reglas de la organización.
Detente uno a dos minutos para reflexionar. Son tus colaboradores quienes tienen trato directo con los clientes, esto significa que a través de ellos puedes conocer a tu audiencia, sus gustos y necesidades.
Los públicos que rodean tu marca siempre están atentos a tus esfuerzos de comunicación, por lo tanto, los trabajadores impulsarán tu marca al exterior como voceros creíbles. Está de más decir que con tu talento como embajador de marca atraerás al mejor recurso para colaborar contigo.
Con tus empleados satisfechos el índice de rotación dentro de tu organización será bajo, lo que impactará de forma positiva en tu contabilidad bajando el costo de adiestramiento y capacitación de nuevos colaboradores.
El mayor beneficio que puedes obtener es intangible, pues tu imagen se mantendrá intacta cuando un empleado decida marcharse, pues difundirá la buena imagen que tiene de ti acercando a más talento para colaborar contigo.
Recuerda que un empleado molesto y con rencor hacia tu marca es un gran peligro.
¿Cómo enamorar al recurso humano de tu marca?
Como profesional de las relaciones públicas te comparto las siguientes ideas clave que en mi opinión te ayudarán a mantener el bienestar de tus trabajadores haciendo que estos se enamoren de la marca. El beneficio será mutuo, un ganar-ganar para la organización y el talento humano.
Proyecta tu identidad corporativa. Comunica clara y fácilmente a tu talento quién eres y qué haces. Fomenta en ellos el sentido de pertenencia a tu organización.
Incrementa el valor de tu talento. Reconoce el trabajo en equipo e individual, al mismo tiempo brinda capacitación constante para atender las áreas de oportunidad que estén presentes.
Organizar actividades recreativas y lúdicas ayudarán. Con este tipo de acciones entre los públicos de tu organización lograrás que tu talento se enamore de la marca y los fidelizarás. Al mismo tiempo se convertirá en una motivación e incrementarán su productividad.
No te cases con los roles. Involucrar al capital humano de todos los niveles los hará sentir como en casa y crearás confianza entre ellos y la marca.
Recuerda no forzar las cosas. Lograr que tu talento adopte la marca como suya y se enamore de ella toma su tiempo, sé paciente. No defraudes la confianza que tus colaboradores depositen en ti, una vez que se pierde es muy difícil recuperarla.
No olvides que lo anterior debe formar parte de una estrategia de employer branding o marca empleadora bien definida, de lo contrario solo serán acciones aisladas que te conducirán a resultados positivos solo a corto plazo.
Una vez analizado lo anterior volvemos a cuestionar, ¿en verdad expresar un “buen trabajo” son dos palabras dañinas para tu talento? En lo personal la respuesta es NO. Estoy seguro que los anteriores puntos podrán ayudarte a reconocer que el buen trabajo del capital humano es vital para su desarrollo y competitividad. Si ellos se sienten satisfechos lo proyectarán convirtiéndose así en el esfuerzo de comunicación más genuino y creíble que llegues a tener y eso para tu marca tiene un valor incalculable.
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